Las protestas en Cuba generaron un río revuelto en los medios de comunicación. Versiones encontradas de todo tipo fueron expuestas en las distintas redes sociales. En el programa “Antes de Todo” de Radio Boing, Luis Alberto Mariño, violinista cubano exiliado en Argentina, brindó su versión sobre lo que está sucediendo su país natal.

“Es irreversible lo que ha pasado en estos días. La reacción del pueblo cubano en más de 50 localidades es inédita para la historia cubana. Las personas salieron pidiendo no sólo comida y medicina, sino patria y vida, y pidiendo democracia. El discurso de la dictadura quiere minimizar lo que sucede. Buscan una explicación a algo que es evidente: el pueblo se cansó de 60 años de dictadura, quiere libertad, hay que escuchar lo que dice el pueblo”, expresó el músico que vive actualmente en Buenos Aires.
Mariño vive hace cuatro años estoy en Argentina. Decidió militar a partir del asesinato de dos referentes de la disidencia cubana, integrantes del “Movimiento Cristiano de Liberación: “Los conocí a ellos, eran muy pacíficos, serios y humildes. Trabajaban para la libertad de Cuba por cosas básicas como la libertad de expresión, que están secuestradas en Cuba por la dictadura. A partir de ahí sentí la necesidad de vincularme con la disidencia cubana. En esta lucha conocí a mi esposa y decidimos formar un hogar en Argentina”, explicó el violinista.
“Me contacté con amigos de Cuba a través de herramientas disruptivas, a partir del domingo fue cancelado todo el servicio de comunicaciones, para impedir que se puedan enviar videos mostrando lo que sucedía”, comentó.
Ante la consulta del periodista Gabriel Penisse sobre cuales son las perspectivas que vislumbra, respondió: “Sabemos que la dictadura es represiva, siempre lo ha sido. Pero cuando una acto es tan alevoso….El pueblo despertó definitivamente, esto es irreversible. Hay videos de la policía moliendo a palos a manifestantes, disparando a mujeres. El pueblo se quitó el traje del miedo y se puso el de la esperanza, y la dictadura lo sabe. Están patrullando las calles, secuestrando gente, intimando a la gente delante de su propia familia. Intentan que la gente siga con miedo”.
“La dictadura no tiene límites pero ellos ya no pueden controlar esto. El pueblo probó la libertad y no la va a soltar. El problema es el sistema, que no tenemos libertad, que no podemos producir. Ahora la gente lo está viviendo de otra manera, se dio cuenta donde está el origen del problema, que es la dictadura cubana. El pueblo quiere volver a ser soberano”, finalizó Mariño.
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