Los astros nos permiten conocer un poco más de las personas que tenemos a nuestro alrededor. Si nos topamos con alguien “enojón” o inflexible ante diferentes propuestas, lo sabremos de antemano.
El signo más mala onda del zodíaco, ese que disfruta de su soledad en exceso o se enoja con muchísima facilidad y que no tolera mucho las relaciones, es sin dudas, Escorpio. Sin embargo, Leo no se queda atrás.
Escorpio
Las personas de este signo son las más mala onda de todo el horóscopo. Muchas veces, las amistades y los familiares de los escorpianos prefieren alejarse para estar inmersos en una situación destructiva.
Ellos suelen ser vengativos, tienen un enojo constante. En la misma línea, quieren ganar e irán en búsqueda de lo que quieren sin importarles lastimar a otros. No saben pedir disculpas.
Leo
Tienen una naturaleza bondadosa y les encanta estar rodeado de personas interesantes pero desean que todo se haga como ellos piensan. Por esto es que este signo se muestra con una gran malicia cuando las cosas no salen como lo han planeado.
En ocasiones son vistas como seres tiranos al demostrar su mala onda a cada paso y en cada decisión que toman, lo que acrecienta su ego.
Capricornio:
Los que nacieron bajo el signo de capricornio son super orgullosos por lo que cuando se sienten atacados realmente no tienen piedad por el otro y congelan en un instante las emociones de los demás. Definitivamente no les importa quién sea por que pelean con todos por cualquier causa.
Piscis
Retorcidos como pocos y rencorosos al máximo, tienen la capacidad innata de poder convertir la vida de los demás en un verdadero infierno si se lo proponen. Cuando los hieren se convierten en personas realmente malas.
Géminis
Pueden ser extremadamente dulces… Pero también son súper venenosos si los tratan mal. Suelen responder a las agresiones de manera desmedida. Congelan sus emociones en caso de ser necesario.
Aries
En un estado de ira se convierten en personas sin límites capaces de no medir el mal provocado, pero siempre después hay arrepentimiento. Por lo que se los considera como “mala onda”, aunque luego regresan con ternura.
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