El transporte interurbano en el sur de la provincia de Santa Fe volvió a quedar en una posición incómoda. La cuarentena estricta de 2020 generó fuertes problemas económicos y de financiamiento. Una vez reactivado el sistema, el atraso tarifario de dos años y medio y la caída de los proyectos de Ley de Presupuesto Nacional y provincial han minado de incertidumbre el panorama de las empresas nucleadas en la Cámara Empresaria del Transporte Multimodal de Pasajeros (Cetramp) y la Asociación Transporte Automotor de Pasajeros (ATAP).
“Desde el comienzo de la pandemia, el sector ha entrado en una crisis profunda. Estuvimos nueve meses parados y a partir de ahí comenzamos con servicios reducidos, lo que hizo que la cantidad de gente fuera inferior a la previa”, señaló Saúl Isacson, presidente de la Cetramp, en diálogo con Sebastián Soso.
En retrospectiva, reconoció que “hemos sobrevivido en base a subsidios, que nos han servido para no cerrar en los peores momentos”. Y detalló: “El 50% de nuestros costos está cubierto por partidas estatales y el otro 50% en recaudación”.
“Vemos que las dos patas están en problemas. En el primer caso, que son recursos nacionales y provinciales, aún no fueron aprobadas las leyes de Presupuestos. Por otro lado, respecto a lo propio, estamos con un atraso de dos años y medio en la tarifa, con una inflación acumulada del 100%”, explicó Isacson.
El empresario afirmó que el pedido del sector es poder incrementar las tarifas que se le cobran a los usuarios “y que de alguna manera la provincia pueda definir un presupuesto y estar incluidos en el mismo”.
Comentarios