Este lunes, centenares de choferes en una enorme caravana de colectivos llegaron hasta la sala velatoria Caramuto para darle la última despedida a su compañero César Roldán, asesinado por sicarios a sangre fría el último sábado, cuando iba manejando un 116.
Tras el velorio, que se realizó desde ayer por la tarde, hoy poco después de las 13 hs. el cortejo fúnebre partió hacia el Cementerio Parque de Granadero Baigorria. La mujer de Roldán, junto a sus hijos y otros familiares, siguieron el coche de la sala velatoria sentados en un colectivo, un 116 como el que manejaba César.
Miguel Ángel, uno de sus compañeros, dijo: “Yo estaba de franco, y como tenemos un grupo de choferes entonces dijeron, llevemos los coches adentro y dije que pasó, empecé a preguntar y, me pone mal, me emociono mucho, me pone mal la situación, la familia y nosotros mismos que estamos expuestos cada día, cada momento. No sé quién va a parar esto, que lo escuchen las autoridades, que sepan lo que le está pasando a la familia de Cesar y a nosotros mismos, no pude dormir en toda la noche, estamos expuestos en todo momento y en cada lugar”.
Los agresores dejaron una nota amenazante. Desde minutos después del hecho, la ciudad está sin servicio de colectivos urbanos. Este lunes, la UTA confirmó que habrá reunión por la tarde para determinar cuándo se regresa al trabajo.
Durante el domingo, una asamblea decidió mantener la medida de fuerza hasta pasado el mediodía de este lunes, cuando terminara el sepelio de Roldán. Pero la definición depende de reuniones con el Ministerio de Seguridad y la Municipalidad.
“Para quien fue esto? Parece una cosa mafiosa, no podemos parar, no se puede parar, Rosario está desnuda de seguridad, no podemos andar con un celular en la calle, no podemos tener una mochila, nada no se por qué, no ven ellos estas cosas me duele mucho y estoy muy dolido con respecto a la familia porque Cesar no está”, amplió Miguel Angel, uno de los cientos de choferes presentes en el velorio.
Según fuentes con acceso a la causa, la nota que dejaron junto al cuerpo de César Roldán mencionaba a presos alojados en la cárcel de Piñero, que no tenían nada que ver con la víctima. Todo parece indicar que -como ocurrió con Jimy Altamirano en febrero pasado-, el chofer fue elegido al voleo, para matarlo y dejar un mensaje en un crimen que tenga impacto mediático.
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