Un bebé de poco más de un año ingresó al Hospital de Niños Orlando Alassia, a comienzos de la semana pasada debido a un cuadro de salud delicado. Fue así que se hicieron los exámenes médicos correspondientes y constataron que presentaba vestigios en sangre de cocaína.

El caso fue informado inmediatamente al director del hospital, Osvaldo González Carrillo, quien afirmó que, había denunciado el suceso ante autoridades policiales, y estos hicieron lo propio con la fiscalía en turno. El bebé recibió el alta médica y regresó con su familia.
Pero, en las últimas horas del sábado, el tío del paciente lo llevó, nuevamente, al mismo al centro de salud por una dolencia. El examen de sangre reveló la presencia de más cocaína en su organismo. Como en el caso anterior, las autoridades hospitalarias realizaron la denuncia policial, y estos a su vez, lo hicieron con el fiscal en turno del Ministerio Público de la Acusación Marcelo Fontana.

Asimismo, los profesionales no pudieron determinar en ninguno de los casos cómo llegó la cocaína al organismo de los chicos. Las dos criaturas son lactantes y esa es una posibilidad a analizar.
Los agentes policiales ubicaron la vivienda y rescataron al bebé, también a sus padres y llevaron al bebé al hospital, donde nuevamente fue revisado por los médicos de guardia y quedó internado en observación. Respecto de los padres del bebé, y por aplicación de la Ley 26.061 “de protección integral de los derechos de la niñas, niños y adolescentes”, el fiscal los hizo identificar a ambos.
Sin embargo, estos dispusieron que los padres permanezcan con el bebé internado, además del secuestro de la historia clínica del pequeño.
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