
Esta mañana se encontró un auto descartado en García del Cossio al 1200, en la zona noroeste de Rosario. Se trataba de un Chevrolet Aveo color bordó, sin patente visible, que tenía varios impactos de bala. El vehículo coincide en características con lo que describió la información sobre un ataque anoche a tiros en las calles Maradona y Franklin, a pocas cuadras del lugar, que dejó a varios vecinos heridos. En esa misma dirección del barrio Stella Maris, el lunes por la noche una balacera había terminado con la vida de Sofía Archilasqui, de 29 años.
El crimen de la mujer se había producido en circunstancias dramáticas el lunes por la noche, en la vereda de su casa. Al recibir los disparos, Sofía estaba con sus hijos e intentó protegerlos de los disparos. Uno de ellos terminó herido por un balazo. Al día siguiente, su madre dio el testimonio ante los medios, contando lo que había pasado. Y en la noche del miércoles, los sicarios volvieron a hacerse presentes en la cuadra: “Esto no va a quedar acá. Se tienen que callar”, les habrían dicho antes de disparar.
Según lo que contaron los testigos, estaban sentados en la vereda y vieron como una ráfaga de tiros iba hacia ellos. Uno de los disparos dio en el mentón de una vecina de Sofía, la mujer asesinada esta misma semana. Y varios casquillos de bala quedaron tirados en la casa de una pareja de jubilados, que hoy mostraban los agujeros en las paredes de su vivienda. El auto utilizado en el ataque, según describió el parte policial, era rojo. Presumiblemente, el mismo vehículo que apareció esta mañana unos 800 metros.

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