
Después de meses de negociaciones y de una reunión que se dio en la ciudad escocesa de Turnberry, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) llegaron a un acuerdo comercial, que prevé aranceles del 15% para las exportaciones de los miembros de la comunidad continental a suelo norteamericano.
El cónclave se dio entre el mandatario Donald Trump y la titular del bloque regional, la alemana Ursula von der Leyen, quien sostuvo que se trata de un convenio “enorme” que le dará “estabilidad y previsibilidad” a las “dos mayores economías del mundo”.
Así, desde Bruselas se comprometieron a invertir USD 750.000 millones en compra de energía y USD 600.000 millones en capitales suplementarios a Washington.
A su vez, los productos farmacéuticos quedarán excluidos de esta negociación, según reveló Trump en declaraciones a la prensa al término de su reunión. “Creo que ambos queríamos llegar a un acuerdo“, afirmó, luego de que los fotografiaran estrechando sus manos.
La UE se sumó a Gran Bretaña, Vietnam, Indonesia, Filipinas y Japón -que habían alcanzando acuerdos comerciales con la Casa Blanca en las últimas semanas-, en el marco de la agresiva política arancelaria por la cual el mandatario estadounidense incrementó los gravámenes para proteger la producción nacional.
“No habrá prórrogas ni más períodos de gracia. El 1 de agosto se fijarán los aranceles. Entrarán en vigor. Las aduanas comenzarán a recaudar el dinero y ya está”, advirtió este domingo el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, en una exclusiva rueda de prensa que se difundió en medios internacionales.
Trump dialogó con Von der Leyen en el marco de un viaje personal de cuatro días a Escocia. El lunes, también en Turnberry, se verá cara a cara con el primer ministro británico, Keir Starmer, con quien abordará el acuerdo comercial bilateral, así como la situación en torno a las guerras en Ucrania y Gaza.
La gira del magnate republicano culminará el martes con una visita a Aberdeen, en el noreste escocés.
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