
La muerte del argentino Alejandro Benítez en Bolivia, luego de que se le negara la atención médica porque no tenía dinero, originó roces diplomáticos con el país gobernado por Luis Arce. Por ello, la Cancillería reclamó “explicaciones” al Ministerio de Relaciones Exteriores boliviano para conocer el por qué del accionar. Además, un diputado bonaerense propuso que se empiece a cobrar el servicio de salud a extranjeros.
Tras el suceso, Evo Morales, ex presidente de Bolivia, negó la ausencia de atención médica y afirmó que “se ha magnificado” el hecho. En una reunión con el presidente Alberto Fernández, el exmandatario boliviano dio una versión que se contrapone con la brindada por amigos del docente fallecido.
“No es verdad que no haya tenido la atención sanitaria necesaria”, dijo Morales, que se encuentra en Buenos Aires. Además, agregó: “Probablemente el hospital no tenía todos los recursos para atender semejante dolencia, pero la atención se prestó”.
Morales dijo que había hablado con el alcalde Eduardo Adimberg, quien aseguró que Benítez fue socorrido en una ambulancia e internado en un hospital público de la ciudad ubicada a 224 kilómetros al noreste de la ciudad de Cochabamba.
Benítez falleció el 7 de julio luego de accidentarse en moto cuando viajaba entre Santa Cruz de la Sierra y Cochabamba junto a otros amigos. Según relataron sus allegados, la ambulancia tardó en venir y en el hospital no querían atenderlo porque no podían pagar mil pesos bolivianos. El hombre murió en la sala de espera.
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