La ciudad de Sunchales no sale del asombro tras descubrirse la millonaria estafa montada por Juan Andrés Zurvera, un hombre de 30 años que fingió ser un exitoso abogado durante más de tres años. Sin título habilitante —solo había aprobado 13 materias de la carrera—, el sospechoso montó una oficina legal donde engañó a decenas de personas con causas judiciales inexistentes y documentos falsificados.
La investigación del Ministerio Público de la Acusación (MPA) dejó al descubierto una maniobra cinematográfica. Zurvera utilizaba firmas truchas de jueces y sellos digitales apócrifos para simular que los expedientes avanzaban. Por estos “servicios”, el falso profesional recaudó solo en lo que va de 2025 unos 18 millones de pesos, aunque la estafa total estimada por la Justicia asciende a los 54 millones.
Durante la audiencia celebrada en los tribunales de Rafaela, el fiscal Guillermo Loyola imputó al joven por estafa, falsificación de documentos y usurpación de título. En un momento de la sesión, Zurvera se quebró en llanto e intentó justificar su accionar por supuestas “presiones familiares”, un argumento que la fiscalía descartó de plano dada la frialdad y sistematicidad del fraude.
El daño moral y económico afectó principalmente a vecinos del sector este de Sunchales, quienes entregaron sus ahorros confiando en la supuesta solvencia del imputado. Muchas de las víctimas pertenecían al círculo íntimo de Zurvera, lo que agravó el impacto de la traición en la comunidad.
Ante la montaña de pruebas, el juez Javier Bottero dictó la prisión preventiva sin plazo para el acusado. El magistrado consideró que la puesta en escena fue “idónea” para engañar a las víctimas y que existe un alto riesgo de que el imputado intente destruir la documentación que todavía está bajo análisis pericial.
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