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Opinión

Fantino a caballo, el plan disruptivo del perottismo para la provincia

Roberto Mirabella, mano derecha de Perotti, en el casamiento de Fantino.

En una semana cargada de política, con una Asamblea Legislativa que se llevó todas las luces y dejó un tendal de análisis por hacer, la irrupción de Alejandro Fantino en la disputa por la Casa Gris rompe el mercado y enciende las alarmas en el plano interno del Frente de Todos y entre los opositores que diseñan sus estrategias. La mano derecha del gobernador, Roberto Mirabella, estuvo en su casamiento hace unas semanas atrás y le echó nafta a la especulación que venía corriendo. Notas en la tele juntos, como si fuera poco, para terminar de cerrar la idea.

Hace casi un año empezó a correr su nombre por la política provincial. Lo que parecía una locura, empezó a crecer en el último tiempo. Su salida de ESPN alimentó la idea de que Fantino deje el periodismo, como tantos otros casos, y se vuelque a la política en la provincia que lo vio nacer en su pueblo, San Vicente. Del interior profundo supo conquistar a la ciudad más grande del país con su carisma, su tenacidad y su superación personal e intelectual.

Perotti tiene diálogo con él, y a esas charlas se fueron sumando otros dirigentes. Mirabella, diputado nacional y ladero del gobernador, tiene expectativas de poder competir por la provincia. Sin embargo, hay plan B en el círculo íntimo del rafaelino y salieron en busca de una figura pública. El coqueteo público en el programa “Animales Sueltos” se vio claro y hasta se chicanearon mutuamente el jueves por la noche. Se dijeron que uno y otro podían ser gobernadores, y Mirabella deslizó un “vas a ser el gobernador de Santa Fe después de mí”. Entre risas, siguieron con otros temas.

Fantino es amigo de Carolina Losada. Tienen relación desde hace muchos años a partir del trabajo en Grupo América, y son apadrinados por una figura de poder mediático y real. Daniel Vila, el empresario propietario del grupo de medios que supo tener a La Capital y al Diario UNO de Santa Fe, conoce la provincia y sabe que el gringo de San Vicente puede ser un buen competidor en las urnas. Inclusive, le puede dar vida pateando el tablero a un peronismo que parecía más en retirada que otra cosa por el empuje y la fortaleza electoral de Juntos por el Cambio en las elecciones intermedias.

En el run run de la política hasta se daba por hecho que la derrota en la provincia en 2023 era inevitable, y que los esfuerzos había que hacerlos en Rosario, para recuperar a la ciudad más grande después de 50 años. Sin embargo, un Fantino vestido de PJ puede rememorar viejas historias de figuras que llegaron al peronismo para conseguirle votos populares más allá de la militancia y la pertenencia. Hoy, con la boleta única, es clave el nivel de conocimiento y el periodista está en la cima de esa medición entre los candidatos de todos los frentes.

El Frente de Todos, además, propone una competencia interna fuerte, ya que el rossismo va a tener candidato propio -Busatto es el elegido, por ahora- y el Movimiento Evita lanza a Eduardo Toniolli como su exponente, con aliados de centro izquierda. También La Cámpora, por el momento, expone a Marcos Cleri como su candidato. Y por supuesto, Marcelo Lewandowski, hasta acá el que más votos junta, pero con los ojos mirando a la ciudad más que a la bota santafesina. Ninguno, a primera vista, podría competir electoralmente con Fantino en una PASO, pero sí le daría vuelo político a una figura pública importante a nivel nacional.

Las elecciones se van a postergar, como venimos contando, del tiempo al que estamos acostumbrados los santafesinos. El cierre de listas está previsto para abril, las PASO para fines de junio o principios de julio y las generales para el 3 de septiembre, con alternativa de ser el 10 de ese mismo mes o una semana antes. Eso le da margen a Fantino de tomar la decisión sin apuros, aunque será clave ver sus movimientos laborales después de este fin de año. Por el momento, lo que era un rumor se fue transformando en realidad y las cercanías con distintos dirigentes locales hace que el perottismo pueda convencerlo.

En el plano interno, no cayó bien que aparezca la idea de un externo porque desanima a los propios. Sin embargo, esto es por votos y todos saben que en el camino que estaba rumbeado el peronismo no tenía grandes figuras para competir por la conducción de la Casa Gris. Además, sea candidato o no, sirve como moneda de cambio para el perottismo en las negociaciones desde ahora hasta el año próximo.

Hacia afuera, puede ordenar el escenario desde el punto de vista que se van a tener que aunar fortalezas y la elección no será un trámite. Pablo Javkin viene avanzando en un armado con sectores del radicalismo de Julián Galdeano, algunos propios y con diálogos con el socialismo, mientras que Maximiliano Pullaro es el otro que está decidido para ser una de las listas en la categoría de gobernador.

El PRO va a poner un candidato propio, y sigue con la idea de convencer a un externo como Paladini o mandar a la cancha a su principal referente provincial, Federico Angelini. Que el peronismo se fortalezca desde una candidatura inesperada, puede ayudar para que el frente de frentes se convierta en realidad.

Volviendo al armado del perottismo, le falta rosarinidad. Al gobierno de Perotti le ha costado plantarse en nuestra ciudad y sus dirigentes más importantes siguen siendo de afuera. Ninguno de los 3 ministros de Seguridad fue de acá, los dos ministros de Gobierno oriundos de Rosario fueron eyectados de su cargo en poco tiempo, y la figura de confianza dentro del gabinete, Walter Agosto, prácticamente no viene a Rosario jamás.

El gobernador ganó en Rosario porque él supo penetrar en la ciudad con un perfil moderado y un discurso firme. Fue candidato dos veces antes de poder vencer en las urnas, pero hoy el peronismo ni el perottismo tienen ese tiempo para construir un candidato. Por eso comenzó a surgir la idea de ir a buscarlo afuera y el gringo de San Vicente, como le gusta autoproclamarse a Fantino, parece que toma fuerza. En ese orden, si se termina concretando, deberán buscar una mujer del sur provincial que acompañe al periodista.

San Vicente es una comuna del Departamento Castellanos, a 50 km solamente de Rafaela. La cercanía también existe en el diálogo con el gobernador y su equipo. De hecho, en una nota con Rodríguez Larreta jugó de nuevo con la idea y le dijo: “Mirá si algún día soy gobernador de Santa Fe y vos presidente”. “Como gobernador de Santa Fe vengo a caballo”, disparó también en la nota. Ya empezó a hacerse él mismo la idea.

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