
El papa Francisco removió hoy de su cargo al obispo estadounidense Joseph Strickland, de la localidad de Tyler, Texas, prelado ultraconservador famoso por atacar y denostar públicamente al Pontífice, que se negó a renunciar, como se le había pedido.
Este acto inusual implica que Strickland fue destituido de sus funciones episcopales, lo cual es poco común en la Iglesia Católica Romana. Generalmente, a los obispos con desafíos frente al Vaticano se les solicita que renuncien antes de presentar su dimisión, que luego es aceptada por el Papa.
Las medidas consideradas drásticas, como la destitución, se toman cuando un obispo se niega a presentar su dimisión. Strickland, de 65 años, aún no ha alcanzado la edad ordinaria de jubilación para los obispos, que es a los 75 años.
La destitución sigue a una investigación del Vaticano sobre la administración de la diócesis de Tyler, que, según informes católicos, incluyó una revisión de sus prácticas en asuntos financieros.
El anuncio de la destitución fue realizado simultáneamente por el Vaticano y la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, aunque ninguno de los comunicados proporcionó una razón específica. Hasta el momento, no ha habido una respuesta inmediata por parte de Strickland.
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