El periodista Germán De Los Santos visitó los estudios de Radio Boing y charló con Nacho Russo y el equipo de Todo Pasa luego de dos semanas de violencia en Rosario. El escritor tuvo una extensa charla donde contó un montón de detalles del narcotráfico en la ciudad.
“En Rosario lo que se originó hace mas de 20 años fue una combinación muy brava que es el tema del narcomenudeo, que existe en todas las ciudades, pero acá lo particular es que la gente se mata. Con el libro (Los monos – Historia de la familia narco que transformó a Rosario en un infierno) yo quería ver como había surgido esto”, comenzó diciendo.
“Entonces entrevisté a un tipo que era jefe de un grupo que eran amigos de Los Monos en Las Flores. Me dice ‘Mirá a fines de los 90 Los Monos empiezan a vender cocaína, pero sin ser narcos. Eran choros. A nosotros nos dio una envidia tremenda y fuimos y los robamos. Les sacamos 5 ravioles de cocaína y 50 pesos. A partir de eso hubo 70 muertos'”, agregó.
En este contexto, sostuvo: “Este tipo que me contaba tenía 17 tiros en el cuerpo. Eso te muestra el fenómeno. Por 50 pesos, 70 muertos. Eso no se reproduce en otras ciudades, donde no se matan. En Rosario hay gente muy marginal en el negocio, esto aparee en sectores muy pobres y que tienen una tradición ya de una violencia muy fuerte. Al rato que empiezan a reventarse a tiros, ya pasan a muertes más violentas que irradian en la ciudad. Acá el negocio de la droga está asociado a la violencia”.
Sobre los ‘ladrones de guante blanco’, De Los Santos opinó: “La gerencia es otro tipo de personas. Entre colombianos, serbios, brasileros. Hay otro universo paralelo que hace muchísimo dinero con esto, que tiene que ver con carteles trasnacionales, que estan en otras ligas, que sacan droga de acá para llevarla a Dubái para el Mundial por ejemplo, todo tiene alguna relación”.
“El problema que tenemos hoy con la violencia, el miedo, viene de sectores muy marginales. La mayoría de Los Monos aprendieron a leer y escribir en la cárcel. eso es lo que te marca también el déficit del Estado, que hoy no puede enfrentar a un grupo de marginales”.
Por su parte, agregó: “La sofisticación se la da otro sector, como por ejemplo la policía o intereses que empiezan a jugar en la justicia o en la política. El Chapo Guzmán cuando surgió era un lumpen, pero si después no cortás eso, los dejas seguir funcionando, y a pesar de ser elementales, siguen creciendo”.
“El problema acá es que no tenés un jefe. No tenés un tipo que sea el que comanda todo, que haces un acuerdo con el en base a cosas elementales como no matar gente. Los gerentes de las bandas nacionales si responden a alguien, son estructuras muy solidas”, comentó.
En este contexto, el periodista sintetizo: “El año pasado hubo una filtración de los expedientes de la justicia colombiana y ves cosas increíbles. Traficaban aletas de tiburón por ejemplo. Acá estamos muy lejos de eso, estamos siguiendo el temor que generan estos tipos. Estamos en otro nivel, con muy poco, y con esa cosa muy rústica, poca sofisticada, lograron arrinconar a todo Rosario. Ahí yo me pregunto, ¿el Estado al que le declararon la guerra lo puede enfrentar? Si no podés, estamos complicados. En el 82 Argentina le declara la guerra a Inglaterra y ahora a un grupo de personas marginal que te tiene arrinconado.

“Se tomó una decisión, el próximo lunes arranca el nuevo sistema acusatorio que va a generar un cambio drástico. Va a haber gente que va a tomar cierto protagonismo que ahora ve cosas raras. Hubo cosas raras que nadie las miraba o se hacían los boludos. ¿’Nadie investigaba de dónde salió Luis Medina, de dónde saco la plata para poner Esperanto? Son cosas que se acumularon y hoy llegamos a esta situación, que va a ser difícil dar vuelta. Cambiar la sensación de miedo de la gente es muy difícil de dar vuelta, no la cambias con 400 gendarmes”, aclaró.
Luego, reveló: “Están todos los narcos hablando entre ellos, Segovia con Alvarado, con Los Monos. El propio Estado formó la selección, los puso todos juntos. A nivel teórico te explican los motivos, pero ahí empieza el problema. Alvarado tiene un poco más de vuelo que el resto, pero Cantero hace 10 años que viene teniendo a Rosario de rehén con un pibito en moto con un arma”.
Además, agregó: “La muerte del Pájaro Cantero fue conmovedora en el ambiente criminal. Todos sabían que iba a explotar Rosario, estaban todos escondidos porque iban a salir a cazar. Había un plan para correrlos a Los Monos para que Alvarado quede como jefe. Fue como un plan para que Rosario tenga un solo jefe y no solo no pasó, si no que la violencia fue cada vez más pesada. Eso fue una idea que además atravesó a todos los partidos políticos”.
“Acá hubo abogados que se hicieron millonarios y que ahora tienen mucho miedo. Imagínate que se hicieron ricos por un tipo que está en un calabazo incomunicado, con odio para todo el mundo. Son perros rabiosos. las nuevas generaciones, por este afán de imitar a sus padres, le piden a los mismos abogados defenderlos y pagan millones de dólares. El mecánico que mando a matar Alvarado cuenta como ellos van enterrando guita, y dice que tiene un método que arman ladrillos de dólares que entierran y después van a sacando los tachos con la plata. Compraban los dólares en las cuevas, que en Rosario es un sector muy fuerte, pero no por el tema del narcotráfico si no porque hay mucho dinero dando vueltas y la economía argentina se mueve un 60% en negro”, explicó el periodista.
Luego, contó que se reunió con el jefe de la DEA que antes estaban en Colombia. En este sentido, comentó que a los estadounidenses les importa solamente el fentanilo y que el resto de las drogas no. “Hay mexicanos en Rosario. Es un mundo fantasma en el que no estamos al tanto. Cuando los veamos es porque chocaron contra otro universo. ‘Cuando eso pase van a aparecer gente colgando en puentes’ me dijo el jefe de la DEA”.
“Acá en calle Víctor Mercante hubo un médico con un grupo de mexicanos donde cocinaban arroz con cocaína. Los tipos inventaron un método que era meter cocaína en cada grano de arroz para que no lo detecten los escaners. Eso iba a África primero y después a Europa. Eso funcionaba en Arroyito. Ese médico estuvo preso y ahora está en su casa”, contó.
“Del empresario de guante blanco sabemos poco, hay una sola condena que es la de Delfín Zacarías, que tenía una cocina en Funes. Era un emprendimiento familiar que cocinaba con la mujer y los hijos. Su idea era hacer ese laboratorio en San Lorenzo a un gimnasio que estaba construyendo en el medio del campo y que los concejales de esa ciudad le dieron algunas ventajas con cambios en el código urbano y que el retribuyo construyendo una plaza, puso iluminación, pavimentó calles. No era un tipo violento, no mataba gente, su negocio era cocinar”.
Además, aclaró: “La droga entra por agua, tierra y aire. En Campo Timbo había un grupo de colombianos viviendo en Funes que manejaban todo el tema de las avionetas. Hay un problema muy serio que tiene Argentina con el control aéreo. En esta zona hay muchas avionetas por las fumigaciones entonces no hay control porque le salen alertas todo el tiempo”.
Y luego, sostuvo: “Ahí hay un aprovechamiento de estos sectores ligados al narcotráfico que traen mucho por aire desde Paraguay, que hoy es el nodo logístico manejado por los brasileros. Ojalá nunca lleguen acá porque es otra ferocidad. Yo estuve con gente que contó que le cortaron a diez presos la cabeza y jugaron con esa cabeza al futbol. es otra liga de narcotráfico, es otra cosa. En Paraguay, en solo 5 años, dominan las 12 cárceles paraguayas”.
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