Foto: Farid Dumat Kelzi
El próximo 7 de septiembre, los ciudadanos bonaerenses acudirán a las urnas para elegir 46 diputados y 23 senadores provinciales, además de concejales y consejeros escolares. En un contexto marcado por la complejidad y las tensiones internas en los espacios políticos, el politólogo Gustavo Marangoni analizó, en Río Extra Primera Hora, en Río 96.9 los desafíos del cierre de listas y el clima electoral en diálogo con un programa radial.
Para Marangoni, el ruido que generó el cierre de listas tiene una raíz estructural: “siempre hay más aspirantes a los cargos que cargos disponibles”. Sin embargo, esta elección presenta un grado mayor de dificultad, especialmente dentro del espacio Fuerza Patria, donde “no hay un jefe claro” y las decisiones se toman de manera cooperativa, lo que genera mayores tensiones. En cambio, señaló que en el oficialismo nacional “la conducción está en manos de una sola persona”, en referencia a Karina Milei, lo que facilita el armado, aunque no necesariamente lo hace más democrático.
Marangoni destacó que se trata de una elección “inédita”, ya que por primera vez la provincia de Buenos Aires separa la elección de autoridades provinciales de las nacionales. Esta particularidad genera una superposición de discursos nacionales y locales, y permite que se realicen ocho elecciones simultáneas en diferentes secciones electorales. “La primera y tercera sección concentran el 70% del padrón, pero solo el 40% de los legisladores. Podría pasar que quien gane en votos pierda en la Legislatura”, advirtió.
Consultado sobre la presencia de figuras históricas como Mario Ishii en las listas, el analista fue claro: “los procesos de renovación se dan cuando hay una conducción que lo decide o por competencia interna”. En ese sentido, señaló que sin una jefatura clara o sin una disputa interna, la renovación no sucede automáticamente.
Marangoni también se refirió al paralelismo que algunos trazan entre el actual liderazgo de Milei y el fenómeno de Carlos Menem en los años 90. “No es lo mismo, pero ya pasó: Milei se comió al PRO como Menem lo hizo con la UCeDé. Solo que ahora el poder lo tiene un ideólogo, no un político tradicional”. Para el politólogo, la desaparición del PRO comenzó en la derrota en la Ciudad de Buenos Aires y se consolidó con la pérdida de influencia en otros distritos.
Sobre la participación electoral, Marangoni alertó sobre un fenómeno creciente: “hay entre 15 y 20 puntos del electorado que antes votaban y ahora no lo hacen. No sienten que su voto haga una diferencia”. Para él, este es un síntoma preocupante de desafección política, donde muchos ciudadanos interpretan que “el voto es libre” y que no tienen consecuencias reales por no participar. “Un derecho no puede ser obligatorio”, afirmó.
Por último, al ser consultado por la realización de La Derecha Fest en Córdoba, evento del que participó el presidente Javier Milei, Marangoni observó una estrategia clara: “se busca polarizar al máximo, ordenar lo roto a través del antagonismo. La lógica es elegir un bando: ‘¿de qué lado estás, chabón?’”, concluyó, citando una conocida frase televisiva.

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