
La actuación se inició luego de que una patrulla del Comando Radioeléctrico alertara a la Central de Emergencias 911 sobre la presencia de una mochila sospechosa abandonada en una de las esquinas del lugar, en cuyo interior se habría encontrado un elemento de posible peligrosidad.
Al arribar al sitio, el personal especializado se encontró con efectivos policiales que ya preservaban la zona, conforme a las directivas impartidas por la Unidad Fiscal competente. En ese contexto, los numerarios aplicaron el protocolo de resguardo y seguridad para constatar la peligrosidad del objeto.
Según la verificación primaria realizada por los especialistas, el elemento hallado sería un PDEF (proyectil doble efecto fragmentario) de guerra, con nomenclatura de fábrica. Fue identificado como una granada de fusil explosiva antitanque y de fragmentación, calibre 40 mm FMK8 Modelo 0, que contaba con su seguro de transporte colocado y carecía del cartucho de proyección.
Tras un accionar expeditivo, el personal de la Sección Neutralización de Explosivos inició las técnicas específicas de verificación, confirmando que el proyectil contenía material explosivo. El artefacto fue retirado en condiciones seguras, sin generar riesgos para la población, y trasladado a sede policial, donde se llevarán adelante las tareas de desguace y las pericias correspondientes.
Finalmente, todas las actuaciones fueron informadas a la Fiscalía interviniente, cuyo titular dispuso que el personal especializado continúe con las diligencias de rigor en relación al objeto balístico hallado.
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