El flamante presidente de Newell’s Old Boys, Ignacio Boero, se presentó ante la prensa para asumir oficialmente su cargo y definió las prioridades de su gestión: reestructuración deportiva y ordenamiento económico. Boero remarcó que la sensación es de una “responsabilidad muy grande” y que el trabajo comienza “a full 24/7”.
“Ahora ya no hay para echarle la culpa a nadie, así que nos tenemos que hacer responsables, ponernos a trabajar urgente,” declaró Boero, quien pidió que la conferencia sea corta debido a la cantidad de temas a atender, como la situación del personal con sueldos atrasados.
Inmediatamente después del encuentro con la prensa, el presidente anunció una agenda cargada: “Ya después de acá me voy con Roberto Sensini a Bellavista con todo su equipo y después a Buenos Aires.”
Al ser consultado por las primeras medidas urgentes, el nuevo titular rojinegro puso el foco en el fútbol profesional. “Como lo dijimos en la campaña, vamos a Bellavista con Roberto a armar el equipo de primera división que tenemos que armar. Tenemos que definir el técnico entre hoy y mañana,” aseguró. La idea es que Roberto Sensini anuncie al entrenador “entre mañana y pasado” (martes o miércoles), para que el socio “esté expectante” del primer movimiento.
Boero admitió, ante la pregunta de Joaquín Tell de Radio Boing Boero afirmó que el club tiene deuda de corto, mediano y largo plazo. Además, informó que se dedicarán primero a las urgencias. “Estimamos que [la deuda] va a estar entre 30 y 35 millones de dólares,” indicó, explicando que el número es una estimación, ya que la última asamblea de memoria y balance no se hizo.
“Vamos a hacer una auditoría porque corresponde, porque tenemos que saber nosotros y todos los socios con qué nos encontramos,” anunció Boero, aclarando que esto no es para “poner excusas, sino para que lo sepamos”. Luego, iniciarán las negociaciones con los acreedores.
Respecto al viaje a Buenos Aires, el presidente lo vinculó al tema de la AFA y a “cerrar el técnico”. Confirmó que ya venía teniendo contactos informales con la casa madre del fútbol desde la campaña y que ahora será un contacto institucional.
Sobre el traspaso de mando, reveló que solo se saludó con el presidente saliente, Ignacio Astore, y no mantuvieron una conversación sobre el estado del club.
Finalmente, Boero envió un mensaje a los hinchas: “Queremos ser un club ganador. Un club que pelee lo que tiene que pelear.” Espera que los socios lo recuerden como un presidente con el cual se sintieron “representados” e “identificados” y que pudo “devolverle la alegría” al club después de “diez años que fueron muy, muy malos para el club deportivamente e institucionalmente.”
Comentarios