
Pablo Javier Reynaud, el jefe de una banda narco rosarina al que detuvieron este lunes cuando comía una hamburguesa en un shoping porteño, fue imputado esta mañana por la justicia federal. En la audiencia, los fiscales federales Santiago Alberdi y Juan Argibay Molina detallaron el funcionamiento de la organización que contaba con una importante estructura de varios eslabones: contaba con avionetas para traer cocaína desde Bolivia, un hangar propio en un country en Oliveros, vehículos, empresas para lavar el dinero obtenido y una extensa lista de propiedades: entre ellas, mil metros cuadrados de un edificio de cocheras en pleno centro de Rosario. La investigación ya contaba con varios detenidos desde fines de 2023 y todavía cuenta con al menos seis prófugos.
A la causa la vienen instruyendo la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) y la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC). Y además de la participación de varios fiscales federales, el tema es de máxima prioridad para la gestión Pullaro y también para Patricia Bullrich, que celebró la detención de Reynaud con una publicación en su cuenta en la red social X. Según lo que se informó oficialmente en la noche del lunes, para llegar al prófugo hubo un trabajo coordinado de la Policía Federal, la SIDE y la Unidad de Capturas de Alto Perfil de la provincia de Santa Fe, un equipo de élite lanzado recientemente por el gobernador.
En los últimos años, la banda comandada por Bilbao tuvo intensa actividad con la bajada de droga desde Bolivia al sur santafesino. “Se les atribuye a todos los nombrados el contrabando de importación de cocaína en una cantidad aun no especificada”, plantearon los funcionarios de la justicia federal en la audiencia. La causa se inició en febrero de 2020, con una denuncia anónima en el “Buzón de la Vida” que mencionaba la existencia de avionetas que hacían vuelos rasantes en los campos de Cañada de Gómez, a las que esperaban camionetas que buscaban los bultos que descargaban las aeronaves.
Pocos meses después, en agosto del mismo 2020 y en plena pandemia, personal de Gendarmería hacía tareas de inteligencia en un camino rural cuando divisó una Hilux y una Amarok en actitud sospechosa: estaban esperando la llegada de una avioneta narco y al ver a los uniformados quiso escapar, volcaron y en el accidente murieron dos de sus ocupantes, un tercero quedó herido. De los teléfonos de los accidentados, la justicia pudo obtener mucha información sobre el entramado de la banda. Y así, tres años más tarde, avanazar con los casi cincuenta allanamientos que se ordenaron en noviembre de 2023.
Aquel operativo, que contó con autorización del juez federal Carlos Vera Barros, logró la detención de 13 personas. Varios de ellos, responsables de la parte logística del traslado de la droga desde Bolivia y Paraguay, eran pilotos colombianos. Además, en aquella redada, se consiguió desactivar la estructura económica de la banda: se habían llegado a encontrar flotas de taxis, pizzerías y hasta la propiedad del teatro Vorterix, en Cruce Alberdi, que la organización le había comprado a sus dueños originales. Un nombre propio que aparecía en la causa era el de Germán Urán.

En la audiencia de este miércoles al imputar a Reynaud, el fiscal Alberdi detalló uno de los viajes narco: “Su actividad principal es la materialización de actividades relacionadas con el tráfico ilícito de sustancias estupefacientes en sus diferentes etapas (introducción al país, guarda, transporte y su distribución comercial), para lo cual sus integrantes utilizarían distintas aeronaves ligeras para el traslado de cargamentos de estupefacientes, rutas no autorizadas y lugares clandestino para su aterrizaje o descarga que, por ejemplo, se habría llevado a cabo entre el 28 y el 29 de octubre de 2023 desde el Estado Plurinacional de Bolivia por lugares no habilitados a tal efecto y valiéndose de una aeronave con matrícula LV-CLE tripulada por Juan Manuel Gómez Orrego (piloto) y Wilmer David Bolívar Cano. Esta aeronave despegó desde la pista ubicada en el club de campo y golf “Campo Timbó” -kilómetro 354 de la Ruta 11, localidad de Oliveros- se dirigió con rumbo norte y al día siguiente, alrededor de las 14 horas regresó al mismo lugar. Sus tripulantes fueron recibidos por Santiago Arbelaez Zapata y José David Hurtado Osorio que la introdujeron en un hangar allí ubicado y, al allanarlo, esas personas fueron detenidas por personal del escuadrón “Operaciones antidrogas” de la Gendarmería Nacional Argentina mientras limpiaban la avioneta ya descripta mediante la utilización de productos químicos y una aspiradora. Igualmente, en esa ocasión se utilizó un perro detector de narcóticos entrenado a tal efecto que reaccionó positivamente en cuanto a la existencia de signos de olor residual a estupefacientes en distintos lugares de la aeronave, como ser el sector de mando, una salida de aire situada allí, en el marco de la puerta del acompañante delantero, como así respecto de un bolso negro y de un par de guantes de tela verde que se encontraban allí guardados”.
Dos días después, en el último día de octubre de 2023 y con otra avioneta -matrícula colocada LV-ISP- se repetía una maniobra narco de la banda pero en la zona rural de Carrizales. En aquel momento, se secuestró también una camioneta con patente cambiada (NKR082) en la que un perro de Gendarmería encontró rastros de cocaína “en la parte trasera del conductor y del sector izquierdo de la caja”, plantearon los investigadores. Ese vehículo y el campo estaban vinculados a Reynaud, que permaneció prófugo hasta esta semana.
En la imputación, los fiscales sumaron varias propiedades y títulos que la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) le encontró a Reynaud: entre otras cosas, acciones de una empresa agrícola en Cañada de Gómez, un Peugeot Allure comprado en septiembre de 2023, un Mercedes Benz descapotable comprado en julio de 2022 y decenas de cocheras en el edificio de Rioja 655, en pleno centro rosarino. Además, se expuso que lo encontraron en un Mc. Donald’s en el barrio porteño de Belgrano, llevaba encima un DNI y una licencia de conducir adulteradas, a nombre de otra persona.

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