
Los fiscales Pablo Socca y Lisandro Artacho imputaron este jueves a los integrantes de la banda liderada por Marcelo “Frentudo” Fernández junto a su pareja. Los funcionarios del MPA exhibieron en audiencia ante el juez Fernández Bussy abundante información sobre el funcionamiento del grupo criminal que contaba con soldaditos para la venta de droga en el barrio Parque Casas y otros puntos de Rosario. Entre otros datos, se supo que la cocaína se comercializaba a 8 mil pesos el gramo con transferencias de Mercado Pago y que el grupo tenía información privilegiada sobre allanamientos y otras medidas judiciales.
Además de Fernández, en la audiencia en el Centro de Justicia Penal fueron imputadas otras cuatro personas entre las que estaba su la pareja del líder de la banda, Abril Suyai Rodríguez, de 21 años Los fiscales revelaron que en algunos chats entre los novios, se filtraba el dato de que ambos accedían al dato sobre cuándo podía darse un allanamiento: “Hoy viene agua. Hay que guardar todo”, era uno de los códigos utilizados entre ellos para hacer referencia a que habría un operativo.
Fernández quedó en prisión preventiva, como el resto de los imputados a excepción de su joven novia, que accedió al beneficio del arresto domiciliario por estar embarazada: los otros acusados fueron Daniel José Oscar Acevedo, Sandra Verónica Álvarez y Cristóbal Gastón Soraire.

Búhos, listas de difusión y bombas Molotov
En las comunicaciones de Whatsapp los mensajes de la banda también hablaban de contratar “buhitos”, jóvenes que por mil pesos se quedaran parados cerca de algún búnker para avisar cuando viera a la policía. En las más de cien páginas del documento con el que se formalizó la imputación, Socca y Artacho recopilaron las incidencias que hubo en la zona de Parque Casas, en la zona norte de Rosario, vinculadas a hechos violentos y denuncias por venta de droga: fueron más de 60.
La banda narco liderada por “Frentudo” enviaba mensajes a una lista de difusión para promocionar la droga, que llegaba a domicilio con soldaditos que repartían en bicicleta y en moto. La detención de Fernández se produjo en los primeros días de diciembre, con allanamientos solicitados por el fiscal Socca.
Dos días más tarde del operativo, atacaban con una bomba Molotov la iglesia del Padre Ignacio en barrio Rucci, también en la zona norte de Rosario. Junto al artefacto incendiario, los atacantes dejaron un cartel hecho con cartón que pedía por el “Frentudo”. Un par de días después de aquel hecho, en la misma madrugada se producían otros dos hechos similares: alguien arrojaba una cubierta incendiada en la sede de la PDI y se prendía fuego la sede rosarina de la Secretaría de la Niñez provincial.
Sobre estos hechos, en la audiencia surgió un dato que puede ser revelador: Fernández admitió que su ex mujer -madre de sus hijos- trabaja en Niñez. El otro elemento a tener en cuenta como hipótesis, de acuerdo a lo que sugieren fuentes con acceso a la investigación, es el hecho de que la banda contaba para su funcionamiento con algún grado de connivencia de parte de la policía: tras la caída de “Frentudo”, alguien atacó la sede de la PDI.
Parte de la información ventilada en audiencia: la banda y su venta de droga en bicicleta.
Minimarket vacío y sospecha sobre allanamientos frustrados
El mismo día que se produjo la detención de “Frentudo”, el fiscal Socca había solicitado una serie de medidas judiciales con la expectativa de obtener información sobre el funcionamiento de la banda. Pero en varios allanamientos, el resultado fue negativo.
“Nos pasó que la policía entró a las cinco de la mañana y como por arte de magia no había nadie en varias casas, pero estaba el aire encendido. O se encontraron con gente durmiendo, hasta ocho personas en algún caso, pero ninguno con celular. Unos días después, caímos de sorpresa en los mismos domicilios y ahí sí encontramos a los sospechosos que buscábamos y los celulares que no habían aparecido en el operativo anterior”, planteó una fuente de Fiscalía.
La sospecha sobre la existencia de algún grado de connivencia policial sobrevoló la audiencia de este jueves, que terminó con la prisión preventiva para los imputados. Los fiscales también mostraron cómo un local que tenía fachada de Minimarket 24 hs. tenía dentro del negocio heladeras y góndolas, pero sin ningún producto. Funcionaba en realidad como un punto de acopio para la banda.

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