
Pablo Javkin dialogó en Todo Pasa de Radio Boing y respondió a los mensajes que circularon en redes sociales y que lo señalaban “gritando” en la esquina de San Lorenzo y Corrientes. El intendente confirmó la bronca, que se desató al ver que un desvío de colectivos por una obra dejó a decenas de adultos mayores sin transporte.
“Estábamos en un bar muy conocido, tomé un desayuno. Cuando salgo a la parada de colectivos, eran nueve y pico de la mañana, había no menos setenta personas“, relató Javkin. La mayoría de la gente era de edad muy avanzada, incluyendo a personas con andadores, que habían asistido al PAMI.
El problema comenzó cuando el intendente se dio cuenta de que los colectivos no estaban pasando. Al revisar el cuadro horario, comprobó que el servicio estaba totalmente alterado por un desvío a causa de una obra, pero no había “un solo cartel, ni ninguna información en la parada que dijese eso“.
La alternativa que dejaba el desvío era caminar seis cuadras, algo imposible para la mitad de la gente que esperaba. “No puede caminar ni loco”, sostuvo.
En el momento, Javkin llamó a la Secretaría para anular el desvío y que los colectivos volvieran a pasar. Se quedó en la parada charlando con los vecinos hasta que el problema se solucionó. Sin embargo, en un momento, mientras el intendente estaba en el lugar, “viene alguien y pone un cartel de parada anulada”.
“Y la verdad que me calenté un poquito. Yo, le acabo de sacar al cartel ese”, confesó, confirmando que la bronca lo llevó a los gritos, lo que generó los rumores en las redes.
El intendente minimizó el enojo y lo justificó en la necesidad de cuidar a la gente grande: “Lo mejor fue una señora que me agarró del brazo y se entendió que le iba a hacer mal“, cerró.
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