El próximo 2 de septiembre se iniciará en Brasil el juicio contra Jair Bolsonaro por presuntamente haber organizado un golpe de estado contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, según lo informado por el Supremo Tribunal Federal. El exmandatario se encuentra actualmente en prisión domiciliaria por no respetar las medidas cautelares impuestas por el juez Alexandre de Moraes.
Justamente la fecha fue establecida luego de un pedido del magistrado concretado el jueves, tras el cierre de la primera fase de instrucción y la solicitud a Cristiano Zanin, presidente de la Primera Sala del tribunal, a que fije un día para el inicio.
De esta forma, el exjefe de Estado será juzgado junto a otros siete imputados desde el 2 del próximo mes, con audiencias que se pueden extender hasta el 12. El resto de los acusados son los exministros Anderson Torres, Augusto Heleno, Braga Netto y Paulo Sérgio Nogueira; el exjefe de Inteligencia Alexandre Ramagem; el excomandante de la Marina Almir Garnier; y el exasesor presidencial Mauro Cid.
Todos los implicados podrían enfrentar entre 12 y 40 años de cárcel de ser hallado culpable de los delitos de “intento de abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado, pertenencia a una organización criminal armada, daño al patrimonio y deterioro de patrimonio protegido”.
Según la Fiscalía, el plan se llevó a cabo luego de que Bolsonaro fuera derrotado por Lula en las elecciones presidenciales de Brasil en 2022. El punto más álgido se dio con el asalto a la Plaza de los Tres Poderes en Brasilia, el 8 de enero de 2023.
Este jueves, en su alegato final, el expresidente se declaró inocente de todos los cargos e indicó, mediante un escrito presentado por sus abogados, que no hay ninguna prueba que lo relacione con un intente de golpe o con el supuesto plan de matar a las autoridades salientes, que incluye a Lula, su vicepresidente Geraldo Alckmin y el propio juez Moraes.
“No existe texto, decreto o borrador que prevea la detención de ninguna autoridad. No existe decreto firmado. No existe orden de movilizar tropas”, manifestó. A su vez, aseguró que la confesión de quien fue su secretario personal durante su presidencia, Mauro Cid -una de las más importantes para la Fiscalía- debería ser retirada del caso por falta de credibilidad. Es por ello, que los representados del exfuncionario pidieron por su absolución.
Por este caso, Bolsonaro se encuentra en arresto domiciliario desde el 4 de agosto, debido a que no respetó medidas cautelares como el veto a usar redes sociales luego de que le colocaran una tobillera electrónica por riesgo de fuga.
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