
“La entrada de ciudadanos extranjeros en Israel está prohibida salvo en casos aprobados por un comité especial”, anunció la oficina del primer ministro, precisando que la medida entra en vigor esta noche. Por toro lado, los viajeros israelíes vacunados deberán presentar un test PCR y someterse a cuarentena durante tres días, medida extendida a siete días para los no vacunados, precisa el comunicado.
Estas decisiones suponen la interrupción de la reapertura de fronteras, el 1 de noviembre, a los turistas extranjeros vacunados. Además, el viernes el primer ministro Naftali Bennett había anunciado una serie de medidas para identificar a las personas potencialmente contaminadas.

También se limitarían los viajes entre Israel y el continente africano tras la detección en el país de un caso de la variante Ómicron en un viajero que retornaba de Malaui. “Estamos cerca de una situación de emergencia (…) No debemos correr ningún riesgo” afirmó Bennet y sugirió la adopción de nuevas medidas “fuertes y rápidas” por su gobierno.
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