El médico clínico Jorge Galíndez, especialista en el trabajo con pacientes con VIH, dialogó con Gabriel Pennise en Antes de Todo (Radio Boing) y advirtió que, pese a los avances científicos, la conversación social sobre el VIH se fue apagando entre los jóvenes y los medios.
“La infección por VIH ha salido del diálogo entre los jóvenes y del diálogo mediático. Quedó reducida a los consultorios. En su momento, figuras como Magic Johnson, Rock Hudson o Freddie Mercury pusieron el tema en el centro de la escena. Hoy ya no se habla del tema con la misma fuerza”, señaló Galíndez.
El médico recordó cómo la respuesta científica fue “extraordinariamente rápida” en comparación con otras enfermedades: “En 20 o 25 años la ciencia logró que una persona con VIH pueda tener una vida prácticamente normal con un comprimido por día. Incluso existen tratamientos preventivos para parejas serodiscordantes y medicaciones que se aplican cada seis meses”.
Sin embargo, remarcó que el impacto social del diagnóstico sigue siendo fuerte: “Pescarse una infección por VIH en un chico joven le condiciona la vida. No tiene el mismo grado de discriminación que en los 80 o los 90, pero todavía hay prejuicios que persisten”.
Consultado sobre la prevención, Galíndez fue tajante: “El preservativo es una barrera física que no se puede discutir. El problema no es su utilidad, sino su uso. Hay una lucha entre la prevención y el placer. El cerebro humano busca el placer y el preservativo, aunque se haya perfeccionado, lo interfiere”.
Y agregó una comparación que llamó la atención: “Es como el casco: todos sabemos que salva vidas, pero igual hay quien no lo usa. No se trata solo de información, sino de cambiar actitudes. Y eso lleva tiempo”.
Galíndez también fue crítico con la falta de políticas de comunicación sostenidas: “Hace años que no hay campañas serias sobre VIH. Aquella famosa de España, ‘Póntelo, pónselo’, tenía un mensaje romántico y directo. Hoy se reparten preservativos, se hacen actos simbólicos, pero no hay un trabajo de fondo para generar conciencia real”.
Por último, el médico destacó que el acceso al tratamiento es uno de los puntos más sólidos del sistema sanitario argentino: “Si algo se hizo bien a nivel del Estado es que la medicación siempre fue gratuita para todos, sin importar si tienen obra social o prepaga. Cuando hay faltantes, enseguida la gente reacciona. Pero en general, nadie se queda sin su medicación”.

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