Julieta Poggio, una de las participantes con más posibilidades de ganar Gran Hermano 2022, habló con sinceridad tras ser consultada por Santiago del Moro sobre lo mejor y lo peor de estar en la casa. A tres meses y medio de haber ingresado, la participante se refirió a los vínculos generados y la convivencia.
“Para mí la experiencia es positiva. Superé mis propias expectativas. No pensé que iba a llegar tan lejos. Eso me pone súper feliz”, afirmó la joven de Buenos Aires. Y añadió: “También, haber superado un montón de cosas que me pasaron acá, y de todo aprender. De cada cosa que pasa“.
“Y es una experiencia única. Es como una casa mágica. Te encierra en una habitación y nos hacen una pool party. Te encierran de nuevo, se va la pool party. Desordenamos todo, nos encierra, y todo ordenado. Es una casa de ensueño. Es vivir momentos únicos”, continuó en El Debate de Gran Hermano.
En ese sentido, Julieta remarcó: “Lo que más me costó es que acá nada es chiquito. Cualquier cosa es un problema gigante. Todo. Y yo también me hago mucho la cabeza. Maquino. A veces no puedo dormir, lloro. Acá todo es grande”.
“El otro día nos peleamos con Nacho por lavar los platos, como si fuéramos hermanos, y después te quedás mal. Verte la cara, todo el tiempo. Es discutir y tener que verte. Es una convivencia”, confesó.
Y concluyó: “Y eso es lo difícil, porque no podés pelearte con alguien y salir a despejarte, a tomar aire, y volver más tranquilo. Es estar todo el tiempo. Eso es lo más difícil para mí”.
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