
Los precios de los alquileres se dispararon en toda la Argentina a partir de dos momentos que se sucedieron casi al unísono: la pandemia del coronavirus, con la extensión de los contratos por decreto, y la entrada en vigencia de la Ley de Alquileres, con las trabas que le impuso al mercado. Rosario, como gran urbe, no escapó a esa situación y a la oferta ya acotada se le sumó una fuerte demanda, los estudiantes del interior que llegaron en los últimos meses para la vuelta a la presencialidad de las universidades.
El expuesto cuello de botella se tradujo en valores más altos para las pocas unidades disponibles, considerando también la inflación acumulada desde 2020 a la fecha. En ese marco, un estudio realizado por el Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario y la UNR determinó que solo por el alquiler de un monoambiente una persona está abonando $24.000, cuando en mayo de 2020 pagaba $12.000. Es decir, que la suba se dio en un 100%.
A esas cifras se le deberían sumar aspectos básicos como luz, gas, agua y servicios como el teléfono y el wifi, que cumplen roles de “básicos” y que también sufrieron crecidas en los 12 meses que pasaron. Por otro lado, según un relevamiento del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortíz, las expensas alcanzan en promedio el 11% del costo de alquiler.

Desde el 1ero de junio pasado, en el país el Salario Mínimo Vital y Móvil se estacionó en $45.500, por lo que resulta impensado que un trabajador o trabajadora en esas condiciones pudiera hacer frente a un alquiler de las características más pequeñas y responder al resto de las necesidades como alimentación, vestimenta, recreación, u otras.
El Decreto 320/2020 publicado en el Boletín Oficial el 29 de marzo de 2020, que se extendió en dos oportunidades y tuvo vigencia hasta el 7 de junio del mismo año determinó que por el coronavirus se congelaran los montos de alquileres y los créditos hipotecarios, haciendo pagar el monto mensual que se abonó en marzo de 2020 hasta su vencimiento. Por esa razón, luego que se salió de la disposición los alquileres tuvieron un salto considerable.
Tras ello, la entrada en vigencia de la Ley de Alquileres, que extendió el mínimo de los contratos a tres años e impuso una fórmula de actualización de valores atada a la inflación y el aumento de los sueldos, entre otras cuestiones, hizo que la oferta se retrajera aún más. Andrés Gariboldi, presidente del COCIR, afirmó en diálogo con RedBoing que “ha desaparecido el mercado de alquileres, con una baja en los inmuebles ofrecidos cercana al 30%”.

En ese sentido, destacó que cuando el locatario comienza un contrato “trata de cubrirse, pero de igual manera a los meses termina sufriendo” por la inflación. Por otro lado, el mismo análisis llevado a cabo por el Colegio informó que los departamentos de dos y tres ambientes también tuvieron saltos cercanos al 100% en el último año, llegando a los $33.000 y $46.000 mensuales, respectivamente.
“La salida de corto plazo es modificar la Ley de Alquileres, para que los contratos sean de mínimo dos años, entre otros cambios”, explicó Gariboldi y señaló que se deben buscar incentivos para aumentar la plaza de inmuebles en la ciudad, ya que caso contrario “estás mandando las inversiones a otros mercados como Paraguay, Uruguay y Estados Unidos; y comprar se ha vuelto inaccesible”. “Le están haciendo daño a la sociedad y a las siguientes generaciones”, añadió.
Qué se puede comprar con un alquiler
Dentro de los valores confusos de la economía argentina se torna difícil dimensionar y representar los gastos de alquiler de inmuebles en otros mercados. En la ciudad, un kilo de pan tiene un costo promedio de $150, por lo que se podrían comprar 160 kilos en caso de un monoambiente, 220 kilos con uno de dos y 306 en el tercero de los casos.

Asimismo, con un dólar blue que cotizó el último lunes a $205 para la venta, se pueden cambiar 117, 161 y 224, respectivamente de la divisa norteamericana. Por su parte, si en abonos Premium de Netflix se contabiliza ($1920 con impuestos), alcanzaría para 12,5; 17 y 23 en cada uno de los casos.
En otro plano, si se quisiera comprar una campera marca Nike para el invierno casi se necesitaría gastar lo que se abona para alquilar un departamento de dos ambientes en Rosario. Esa indumentaria asciende a $31.500, lo que la estaciona por encima del monoambiente y apenas por debajo del previamente citado.
Por último, realizando la comparación con un celular de gama media (Moto G60s), se encuentra que se deben invertir más de un alquiler en los tres casos, ya que tiene un valor de mercado de unos $54.000.
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