La barra brava de Vélez Sarsfield irrumpió violentamente en el predio donde el equipo realiza sus entrenamientos y presionó al plantel. A pesar de que los responsables de la seguridad de la Villa Olímpica inicialmente les negaron el acceso, los barras rompieron la barrera y buscaron a los jugadores más experimentados.
Según informó el periodista Gustavo Grabia, los violentos esperaron a que los jugadores terminaran el entrenamiento para abordar a varios referentes. Les exigieron “mayor compromiso y respuesta” ante los malos resultados del equipo dirigido por Ricardo Gareca.
En tres autos, un grupo de 12 integrantes de “La Pandilla de Liniers” se acercó al predio ubicado en Ituzaingó. Al llegar a la Villa Olímpica, solicitaron que se levantara la barrera de entrada, pero el personal de seguridad se negó a hacerlo. En respuesta, descendieron de los vehículos, forzaron la barrera y entraron al predio por la fuerza.
Una vez dentro de las instalaciones del equipo, se encontraron con los futbolistas de Vélez, quienes habían concluido su sesión de entrenamiento. Los barras se dirigieron específicamente a los jugadores más experimentados, mientras que los más jóvenes quedaron al margen de las conversaciones.
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