La destitución de la jueza Julieta Makintach quedó confirmada en las últimas horas, luego de que el jurado de enjuiciamiento resolviera que cometió nueve irregularidades graves en el ejercicio de su función. El periodista Guillermo Panizza, en diálogo con Ya Pasó por Radio Boing, analizó los momentos clave del proceso y el giro que definió el veredicto.
Un juicio que cambió de rumbo el jueves
Según relató Panizza, hasta mediados de la semana pasada en el entorno de Makintach todavía confiaban en un fallo favorable. Todo cambió cuando declaró el juez Zavarino, integrante del tribunal que llevó adelante el juicio por la muerte de Diego.
“Fue contundente, muy duro. Dijo que Makintach mintió, que manipuló y que todo lo que hizo fue un fraude”, sostuvo Panizza.
Ese testimonio generó un quiebre: la jueza modificó su estrategia, comenzó a hablar con los medios y apuntó contra los otros jueces del tribunal, intentando involucrarlos en la autorización de grabaciones dentro del juzgado. Sin embargo, no consiguió explicar cómo habilitó la entrada de un equipo de filmación completo un domingo, en un horario absolutamente fuera de lo habitual.
Las 9 irregularidades que sellaron su destitución
El jurado determinó que Makintach:
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Permitió el ingreso clandestino de camarógrafos, sonidistas, guionistas y productores al debate oral.
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Avaló la instalación de cámaras en la sala.
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Violó la prohibición de grabar o filmar el juicio.
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Abusó de su condición de jueza.
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Utilizó recursos humanos y materiales del Estado para fines personales.
Estos y otros hechos motivaron la destitución y cerraron definitivamente su carrera dentro del Poder Judicial.
“¿A quién beneficia?” — “A nadie”
Consultado sobre el impacto del fallo, Panizza fue categórico:
“Esto atrasa todo. Hay que empezar de cero, volver a presentar pruebas y escuchar testimonios. La familia de Diego tiene que pasar nuevamente por lo mismo.”
El futuro de Makintach: sin matrícula, sin jubilación y fuera de la academia
El derrumbe profesional de Makintach es total:
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El Colegio de Abogados bonaerense no la matriculará.
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No podrá ejercer como abogada.
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Fue apartada de su función en la Facultad de Derecho.
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No cobrará más su salario ni podrá acceder a la jubilación del Poder Judicial.
Según contó Panizza, la exjueza está muy molesta con los medios y evalúa si dará su versión en las próximas semanas. Además, tenía planeado dedicarse a su familia y avanzar en la escritura de un libro.
Un final inesperado
Para Panizza, hubo una contradicción permanente: “Ella negaba todo lo que se estaba probando en el juicio, decía lo contrario de lo que mostraban las evidencias.”
Con la destitución confirmada, ahora resta que la justicia penal avance en la causa por incumplimiento de deberes y abuso de autoridad, mientras el juicio principal deberá reiniciarse desde cero ante un nuevo tribunal.
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