La tristeza abunda en los pasillos de los canales y estudios de televisión tras la muerte de Gerardo Rozín. El rosarino de 51 años supo ganarse el cariño de la gente por su cálida forma de conducir, y por la producción de segmentos de entretenimiento familiar.
Sus inicios en la comunicación se remontan a Sábado Bus, programa en el que se desempeñó como productor. También, estuvo detrás de cámara en Hora clave, ciclo político conducido por Mariano Grondona. Años después, estuvo a cargo de la programación de Azul TV, señal que se transformó en Canal 9.
Desde 2003 a 2008 estuvo al frente de 23 minutos en C5N, mientras que de 2007 a 2009 realizó el ciclo Tres Poderes junto a Reynaldo Sietecase y Maximiliano Montenegro. Aunque era un rostro frecuente en la pantalla chica, logró un gran reconocimiento en 2021, cuando se puso al frente de Gracias por venir, gracias por estar junto a Julieta Prandi.
Tras dos años exitosos, el segmento de entrevistas llegó a su fin y en 2015 fue seleccionado como el conductor de Morfi, todos a la mesa. Para sostener el rating, fue cambiando de formatos y agregó nuevas emisiones los fines de semana, llamándose “Morfi Café” y “La Peña de Morfi”. Con el correr de los años, figuras como Carina Zampini y Zaira Nara pasaron por el puesto de co-conducción.
Rozín era fanático de Rosario Central, y pese a haber formado una carrera en los medios de comunicación bonaerenses, jamás olvidó sus orígenes. En diálogo con Infobae, aseguró: “Vivo en el exilio, no es mi ciudad. Las razones por las cuales alguien persiste en el exilio deben ser muy diversas, todavía no entiendo cómo no volví”.
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