El Centro de Rosario renació como un Ave Fénix. Cuando la segunda ola de contagios de coronavirus golpeó de lleno a la circulación y echó para atrás nuevamente la actividad comercial, resultó la zona de la ciudad que precisaba terapia intensiva. En junio de 2021, de sus 7.233 locales, 1.137 se encontraban con sus persianas bajas. Y dos de ellos resaltaban sobre el resto.
Enfrentados los inmuebles y casi como una señal de la devastación económica, la esquina de Córdoba y Sarmiento perdió dos de los atractivos más importantes del Casco Histórico: Falabella y Borsalino. “El Aislamiento Preventivo, Social y Obligatorio llevó a la gente a comprar bienes y servicios en los locales de cercanía, por lo que el microcentro y las galerías se vieron muy perjudicados”, habían analizado desde el Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario en un estudio realizado junto a la Universidad Nacional de Rosario y la Municipalidad.
Sin embargo, el tiempo pasó, la vacunación hizo que la pandemia retrocediera y los rosarinos volvieron al Centro, a tal punto que las ventas para las fiestas igualaron a las de 2019, previo al virus. Entonces, la ocupación creció a cifras cercanas a los primeros meses de 2020, con menos de 1.000 en desuso. Inclusive, hubo eventos como “Volver a las peatonales”, donde la intención del Ejecutivo y las entidades de la zona fue “impulsar proyectos con enfoques creativos para la regeneración, recuperación y reactivación urbana de las peatonales Córdoba y San Martín en toda su extensión, como lugares de encuentro, actividad económica y núcleo vital para el desarrollo de la ciudad de Rosario”.
A ello, se le sumaron una serie de medidas para revitalizar los corredores. En las últimas semanas comenzó el cambio de las baldosas de la peatonal San Martín y se pondrá en marcha el reacondicionamiento de la Plaza Montenegro, con la ampliación de los locales gastronómicos del Centro Cultural Fontanarrosa. Todo será con la motivación de devolverle el valor perdido en la última década a la zona y exacerbado en en los dos años de pandemia.
Como si fuera el primer amor, el inmueble de la esquina de Sarmiento y Córdoba donde se encontraba Borsalino volverá a encontrarse con Musimundo, tal y como adelantó Sebastián Chale, secretario de Desarrollo Económico y Empleo de Rosario a RedBoing. No obstante, al relanzamiento del centro de la ciudad, que contará entre otras cosas con el desembarco de Rock&Feller’ s al Savoy en San Lorenzo y San Martín, le falta aún la frutilla del postre: la ex Favorita o Falabella, según la edad del rosarino.
“Avances en el último tiempo no hubo. Tuvimos contactos informales con la familia titular del inmueble como para saber cómo viene el tema. Sabemos que hubo varios interesados pero no han materializado las propuestas”, expresó el funcionario municipal. Y añadió: “Es una tienda por departamentos. Así estuvo diseñada y los dos comercios que funcionaron allí tuvieron ese formato”.
“Ese local tiene que tener un gerenciador privado, después el Estado va a acompañar. Nunca se pensó en que hubiera algo público allí”, apuntó Chale. En la misma línea, afirmó que desde el Ejecutivo rosarino saben que no será una operación sencilla, ya que hay que buscar “un inversor que reestructure el local y se haga cargo de un contrato largo”.
Fabio Acosta, presidente Asociación Casco Histórico de Rosario, remarcó que “el cierre de Falabella fue un impacto importante en el Centro porque de alguna manera se deprimió mucho la zona en lo que se refiere a actividad comercial”. “Desde ese momento se barajaron distintas posibilidades. Se habló de muchos emprendimientos de distinta naturaleza pero lamentablemente van pasando los meses y no vemos que se resuelva la situación”, continuó.
Del mismo modo, el representante señaló que “aparentemente, la familia quiere tener en el lugar una tienda departamental, no quiere un shopping, por lo que de alguna manera se terminó desestimando ese tipo de emprendimientos en varias oportunidades”.
“Vemos con preocupación ese punto porque hay muy pocos jugadores con las posibilidades de ocuparlo. Hay pocas tiendas departamentales en Rosario. Se habló de algunas de Brasil y México, pero lamentablemente no se pudo avanzar en ese sentido”, explicó Acosta. Para concluir, afirmó: “Necesitamos que se vuelva a ocupar porque vendría a coronar la reactivación del centro”.
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