
Un apagón digital registrado en las últimas 24 horas afectó a usuarios de todo el mundo y dejó fuera de servicio a múltiples aplicaciones y plataformas, entre ellas X (ex Twitter), ChatGPT, Canva y servicios vinculados a pagos online. El incidente, atribuido a una falla en CloudFlare, uno de los principales proveedores de infraestructura de internet, volvió a exponer la fragilidad del sistema digital global.
Para comprender lo sucedido, el equipo periodístico Río Extra Primera Hora por FM RÍO 96.9 con José Olano Melo, director de Estudios y Proyectos del Instituto Argentino de Inteligencia Artificial, quien aportó una mirada técnica sobre el impacto y las causas del colapso.
“Hay pocos proveedores y cuando uno se cae, se cae todo”
Olano Melo explicó que estas interrupciones, aunque parezcan extraordinarias, son más frecuentes de lo que se cree debido a la concentración de proveedores en la cadena de internet. “Hay pocos proveedores en toda la cadena de internet. Cuando alguno tiene una actualización fallida o un problema en el servicio, directamente caen todas las estructuras asociadas. Eso muestra la vulnerabilidad del sistema, aunque uno piense que es robusto”, señaló.
El especialista recordó que episodios similares ya habían ocurrido el año pasado con Microsoft, y que la creciente dependencia de grandes corporaciones para sostener la infraestructura digital vuelve más visibles las fallas.
Cómo afecta a los usuarios: tarjetas, apps y servicios cotidianos
La caída masiva generó preocupación entre usuarios que tienen datos bancarios vinculados a distintas aplicaciones. Sin embargo, Olano Melo aclaró que el incidente no incrementa el riesgo sobre la información financiera: “El riesgo ya existe desde el momento en que uno sube sus datos. No es que la caída lo aumente. Lo que se evidencia es la necesidad de que empresas y usuarios tengan políticas de seguridad y planes de contingencia.”
El experto destacó que, en plena era de digitalización y con la inteligencia artificial integrada a celulares y computadoras, resulta clave pensar en cómo seguir operando cuando un servicio fundamental deja de funcionar.
Qué hay detrás del “efecto dominó”
El apagón puso en evidencia el rol central de empresas de infraestructura que el usuario común no conoce: proveedores de internet, compañías de redes, operadores de fibra óptica, servicios de DNS, CDN y gigantes de la nube como Amazon, Google o Azure. “El usuario ve que no funciona Twitter o su app del gimnasio, pero lo que falla está mucho más atrás. Son pocos jugadores globales que sostienen toda la arquitectura de internet. Cuando uno falla, el impacto es masivo.”
El especialista comparó el fenómeno con un corte eléctrico: cuando se interrumpe la energía en una distribuidora central, quienes lo perciben son los usuarios finales, aunque la falla ocurra muy lejos de sus hogares.
Hay riesgo con los datos personales
Ante la consulta sobre si estos episodios comprometen información sensible, Olano Melo fue claro: “No quiero alarmar, pero los sistemas están cada vez más integrados. Hay que tener recaudos y entender que siempre existe un riesgo. Lo importante es usar aplicaciones seguras y ser conscientes de dónde cargamos nuestros datos.”
Empresas: la necesidad urgente de un plan B
Más allá del impacto en usuarios individuales, el especialista advirtió que las empresas deben repensar sus estrategias de seguridad y operación. “Si un proveedor deja fuera de servicio mi plataforma digital, ¿cómo sigo trabajando? ¿Quién se hace responsable? Muchos incidentes no son reembolsables. Las compañías necesitan políticas claras de gestión de datos y planes alternativos de funcionamiento.”
La lección del apagón
El episodio dejó al descubierto cómo una falla en un proveedor global puede paralizar parte del ecosistema digital y afectar desde redes sociales hasta servicios bancarios, gimnasios o comercios que dependen de sistemas en la nube.
“Los sistemas fallan —concluyó Olano Melo—, y lo importante es estar preparados.”
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