La familia de Ivana Garcilazo convocó a una concentración este martes a las 12.30 en Sarmiento 2850, frente a la sede judicial donde la defensa de Damián Reifenstuel —acusado por el crimen de la joven rosarina— presentará un nuevo intento para modificar el rumbo de la causa.
Según denunciaron allegados y organismos que acompañan el pedido de justicia, los abogados del imputado buscarán atribuirle un cuadro de “psicosis”, una estrategia que familiares y amigos consideran un nuevo intento por entorpecer el proceso judicial.
Según el abogado de la familia Garcilazo, Marcos Cella, que dialogó con RedBoing este martes a las 13 está prevista la audiencia preliminar del caso Garcilazo. “Esperemos que termine hoy y que se fije fecha para el juicio. Entendemos por qué han trascendido, la defensa cuenta con estudios psicológicos que Reifenstuel manifiesta algunos rasgos de psicosis. Primero se profugó, después estaba ciego, ahora van por la locura, chiquilinadas“.
Por su parte agregó: “La familia de Ivana, harta de todo esto, espera que hoy esto se termine”.
En el mensaje difundido junto a la imagen que ilustra la convocatoria, la familia afirmó: “Como no le funcionó la cegera burlona, opta por otra burla peor aún. Por ese motivo, más que nunca necesitamos ayuda para que no burlen a la Justicia. Es un camino muy difícil; ustedes lo transitaron con nosotros y lo saben”.
La preocupación se profundizó luego de que la defensa intentara en instancias anteriores planteos que fueron interpretados como maniobras dilatorias. Esta nueva presentación reavivó el temor de que se busque instalar un argumento que limite la responsabilidad penal del acusado.
El encuentro de este martes apunta a visibilizar el reclamo y acompañar a la familia en una jornada que consideran clave para evitar retrocesos en la causa. “La familia de Ivana necesita hacerse escuchar y que todos acompañemos el pedido de justicia real”, señala la convocatoria.
Ivana Garcilazo fue asesinada en un hecho que conmocionó a la ciudad y movilizó a miles de personas desde el primer día. A dos años del crimen, sus seres queridos mantienen viva la exigencia de una condena justa y sostienen que no permitirán “que nadie se burle del dolor ni del proceso judicial”.
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