Alpine recibió un respaldo clave de cara a la temporada 2026 de la Fórmula 1 luego de que la FIA avalara la interpretación técnica que permite a Mercedes sostener el diseño de su nueva unidad de potencia, pese a los reclamos de otros fabricantes por una posible ventaja reglamentaria.
El fallo representa el primer respaldo concreto al proyecto que utilizará el equipo en el que competirá Franco Colapinto en la próxima era de la categoría, en el marco del profundo cambio reglamentario que entrará en vigencia en 2026.
Aunque las nuevas reglas aún no se estrenaron en pista, ya generan fuertes tensiones dentro del paddock. La polémica se centra en la relación de compresión de las nuevas unidades de potencia cuando operan a altas temperaturas, un punto considerado ambiguo dentro del reglamento técnico.
Mercedes —proveedor de motores de Alpine— y Red Bull Powertrains quedaron en el foco por haber desarrollado soluciones que podrían traducirse en una mejora de rendimiento. Equipos rivales denunciaron que el aumento de temperatura durante el funcionamiento del motor podría llevar la relación de compresión más allá de los límites permitidos, mientras que los controles habituales de la FIA se realizan a temperatura ambiente.
Ante este escenario, el organismo rector decidió fijar una postura antes del inicio del nuevo ciclo técnico. La FIA fue contundente en su resolución: las cámaras de combustión “son legales si, durante las pruebas realizadas a temperatura ambiente, se mide una relación de compresión de 16:1. No importa si, al calentarse, el valor resultante es mayor”.
El criterio no dejó conformes a todos los equipos, ya que algunos se amparan en el artículo 1.5 del reglamento técnico, que establece que los autos deben cumplir la normativa en todo momento durante un evento y no únicamente durante las verificaciones en frío.
En el nuevo esquema de proveedores, Mercedes abastecerá a McLaren, Williams y Alpine, mientras que Red Bull hará lo propio con Racing Bulls. En caso de confirmarse una brecha de rendimiento, los fabricantes que queden relegados podrían acceder a las Oportunidades Adicionales de Desarrollo y Mejora, un mecanismo previsto para compensar desventajas técnicas.
Los más perjudicados por esta interpretación serían Honda, Ferrari y Audi, que no habrían explotado esta lectura del reglamento y consideran que revertir el rumbo sería prácticamente imposible en el corto plazo.
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