
Wordle, el nombre del juego que se convirtió en furor en solo algunas semanas, no es más que la combinación del apellido de un hombre enamorado y word, palabra en inglés. Josh Wardle, un ingeniero de software de Brooklyn, creó un juego de adivinanzas para disfrutar junto a su esposa, a quien le encantaban los juegos de palabras. Sin saber que se le iría de las manos.
Su pareja lo disfrutó durante meses, y luego se convirtió en una obsesión en el grupo de WhatsApp familiar. En ese momento, el inventor pensó en lanzarlo al público general. Eso sucedió en octubre. Ya en noviembre lo jugaban 90 personas. Y luego, la explosión.

El domingo 2 de enero, apenas dos meses después, más de 300.000 personas lo jugaron. El juego se puede abordar una vez al día e invita a los participantes a adivinar una palabra de cinco letras de un modo parecido al que se adivina el color en el juego Mastermind. Luego de proponer una palabra de cinco letras, el juego dice si alguna de ellas está incluida en la palabra secreta y si está en el lugar correcto. Son seis oportunidades de acertar.
“Creo que la gente como que aprecia que hay esta cosa en línea que simplemente es divertida”, dijo Wardle en una entrevista el 3 de enero. “No intenta hacer nada raro con tus datos o tu atención. Solo es un juego divertido”, añadió. Wordle no buscaba mucho, solo algo para que él y su pareja, Palak Shah, mataran el tiempo durante la pandemia. “Es algo que te anima a gastar tres minutos al día”, dijo. “Y es todo. No quiere más de tu tiempo que eso”.
Wordle (ES) #21 3/6
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?????— Sergio (@SergioEGomez) January 27, 2022
En las últimas horas, el NY Times confirmó que adquirió el juego por una cifra que “supera ligeramente las siete cifras”. El anuncio asegura que el juego pasará a formar parte de su catálogo de pasatiempos para suscriptores, que ya incluye ‘The Crossword’, ‘Spelling Bee’, ‘Sudoku’ y ‘The Mini’, entre otros. Sin embargo, destacaron que por el momento continuará siendo gratuito.
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