Inter Miami, que venía de ganar el sábado la primera copa de su historia de la mano de Messi, llegó a una nueva final: en este caso la U.S. Open Cup, tras dejar en el camino a Cincinnatti en semifinales, en un partido que tuvo de todo. Fue 3 a 3 tras estar abajo 2 a 0, con dos asistencias de Leo para llegar al empate providencial, una de ellas en el minuto 97. Y después del alargue, la serie de penales en la que los del Tata Martino estuvieron volvieron a estar implacables a la hora de patear y contaron de nuevo con las manos de Callender para pasar a la gran definición, que será el 27 de septiembre.
Cinccinatti es líder en el torneo anual de la MLS, el mismo en el que Miami viene último. Y de local, ganó 11 de sus 12 partidos. Pero los de Beckham llegaban agrandados: desde la llegada de Messi, no perdieron nunca y se han convertido en este último mes en el equipo sensación. Igualmente, le hicieron sentir la localía al conjunto de Martino y lo dejaron dos goles abajo además de convertir a Callender en figura, en los primeros 70 minutos.
Con la necesidad de dar vuelta el resultado, el Tata le dio los primeros minutos en cancha a Facundo Farías, el ex Colón que hace poco selló su transferencia a la MLS y también hizo entrar a Josef Martínez, el delantero venezolano que se convirtió rápidamente en socio de Leo desde su llegada a Miami, al que le había dado descanso en el inicio.
Así, logró más volumen de juego. Pero los primeros dos goles, los que llevaron al empate 2 a 2, vinieron por arriba y de la mano de asistencias del mejor jugador del planeta para Campana, el 9 que había errado en la final del sábado un gol increíble. Dos centros perfectos a su cabeza en el centro del área, para clavarla y llegar al alargue. El segundo, cuando se jugaban los últimos segundos de los 7 minutos de descuento que había dado el árbitro y los locales estaban por festejar el triunfo.
En el alargue, los de Miami sintieron el rigor de haber jugado ocho partidos en un mes. A pesar de eso, con pase del argentino Cremaschi para Martínez, se habían puesto en ventaja. Pero cuando faltaban cinco minutos llegó el 3 a 3. En los penales, Messi abrió la serie, Farías metió el suyo y en el quinto de Cincinnatti, el arquero Callender volvió a vestirse de héro atajando abajo a la izquierda el último de la serie. Y el definitivo para los de Martino quedó en manos de Benjamín Cremaschi, que con 18 años vive un sueño: metió el suyo, ganó Miami y depositó al equipo en otra final, la segunda en su historia. Ahora, a esperar rival.
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