
La pobreza en Argentina alcanzó el 40,6% de las personas, según lo informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). En el primer semestre de 2020 el índice de pobreza se ubicó en el 40,9%, mientras que en el último semestre del año pasado había trepado dos puntos porcentuales, hasta el 42%.
Por otro lado, la indigencia a casi 5 millones, según la proyección al total país de 46,4 millones de personas de la Encuesta Permanente de Hogares en 31 aglomerados urbanos con una población de 28,9 millones de personas. A nivel regional se observaron disparidades en la evolución. En Gran Buenos Aires (GBA) −región con mayor cantidad de población− y Patagonia se observó una reducción de la incidencia de la pobreza e indigencia, mientras que en el resto de las regiones aumentó.

Una de las razones que explica la persistencia de la pobreza es que la carrera entre los salarios y los precios fue en la primera mitad del año por algunos puntos porcentuales favorable al IPC (o desfavorable a los ingresos de los hogares). Aunque al observar la composición del mercado laboral se ve una enorme disparidad entre sectores, y entre los registrados y los no registrados.
En ese sentido, los más vulnerables fueron los empleados informales. Según los últimos datos oficiales, este segmento de mercado laboral es, por lejos, el más perjudicado. Hacia junio acumulaba casi 12 puntos porcentuales de desventaja contra el ritmo de suba de precios, mientras los ingresos habían aumentado en promedio 13,8%, la inflación acumulada hasta ese momento había sido de 25,3 por ciento.
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