El debate sobre la baja natalidad recorre el mundo y genera preocupación en gobiernos y especialistas. Sin embargo, para el gerontólogo y neumonólogo José Manuel Viudés, el escenario no debe leerse como un futuro de despoblación, sino como una consecuencia directa de la revolución en la ciencia de la longevidad.
“Yo creo que no va a haber menos población: vamos a tener la misma, pero viviendo más años y en buenas condiciones”, afirmó en diálogo con Ya Pasó por Radio Boing.
Según Viudés, los cambios demográficos están directamente vinculados a los avances de la gerociencia, la disciplina que estudia el envejecimiento saludable. “Los chicos que nacen hoy ya van a llegar a los 100 años, y eso es un hecho”, aseguró. Esa expectativa de vida extendida —de la que ya son conscientes las generaciones jóvenes— está modificando la edad en que se decide tener hijos. “Lo que antes eran los 20, ahora son los 40”, planteó.
A esa tendencia se suman la mayor educación sexual, la disminución de embarazos adolescentes y el creciente acceso de las mujeres a trabajos mejor remunerados, aunque más demandantes. “Son cambios culturales y hábitos nuevos, pero para mí la noticia es positiva: los adultos mayores viven en promedio 25 años más que hace un siglo, y llegan mejor”.
Hay que revisar la edad jubilatoria
Con una población que vivirá más y mejor, para Viudés es inevitable discutir nuevas políticas previsionales.
“La jubilación debería plantearse como opción: los hombres y las mujeres podrían jubilarse a los 70. Es una discusión que hay que dar sin dudas”, señaló.
El médico también anticipó desarrollos de vanguardia en la investigación del envejecimiento. Citó los avances de laboratorios financiados por figuras como Elon Musk y Jeff Bezos, y mencionó una línea experimental que apunta directamente a la rejuvenecimiento celular. “En cinco años va a pasar algo revolucionario”, pronosticó.
Medir la edad biológica: un cambio de paradigma
Viudés explicó que hoy es posible medir la edad biológica mediante pruebas simples, como una muestra de saliva, y compararla con la edad cronológica.
“Si no hacemos las cosas bien, la edad biológica sube por ascensor y la cronológica por escalera”, graficó. Pero lo más interesante, según el especialista, es que esa edad biológica puede retroceder si se corrigen hábitos durante un año.
Los cinco hábitos para vivir más y mejor
Hacia el final de la entrevista, Viudés compartió cinco pilares “irrenunciables” para frenar el envejecimiento acelerado:
1. Dormir bien
—Mínimo 7 horas para hombres y 8 horas para mujeres.
—El mejor horario: acostarse a las 22 y levantarse entre 6.30 y 7.
—El magnesio (idealmente trionato o citrato) y la vitamina B1 ayudan a lograr un sueño profundo.
2. Caminar todos los días
—El mínimo saludable es 2.700 pasos diarios, aunque lo ideal son 4.800.
—A partir de 8.000 pasos, “dejamos de envejecer biológicamente”.
—El método más efectivo, según estudios: caminata nórdica 4-4-4 (4 veces por semana, 40 minutos, cambiando el ritmo cada 4 minutos).
—Caminar en un entorno agradable y acompañado duplica y triplica los beneficios.
3. Ejercicio de fuerza
—Al menos dos veces por semana pesas, bandas elásticas o entrenamiento de resistencia.
—Mayor masa muscular se asocia a mejor salud ósea, cardiovascular y cognitiva.
4. Dieta mediterránea
Basada en frutas, verduras, legumbres, pescado, aceite de oliva y baja en ultraprocesados.
Un estudio en mujeres mayores de 75 años demostró que quienes seguían esta dieta tenían conexiones neuronales más jóvenes y rápidas.
5. Socializar (y evitar la queja)
La Universidad de Harvard realizó un seguimiento de 80 años y concluyó que las personas con mejores relaciones sociales son más felices y más sanas.
Además, estudios demostraron que la queja crónica reduce el tamaño del hipocampo —área clave en la memoria—, tanto en quien se queja como en quienes lo escuchan.
“Escuchar a un quejoso envejece, por eso es importante rodearse de vínculos sanos”, destacó Viudés.
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