El juez interino de la Corte Suprema de Nueva York, Nicholas Moyne, tomó una decisión trascendental ayer al rechazar una oferta presentada por las empresas Uber, DoorDash y Grubhub. Estas compañías habían buscado bloquear la implementación de una ley que establece un salario mínimo para los trabajadores de plataformas de entrega de alimentos y servicios. Con esta determinación, la ley en cuestión entrará en pleno efecto, marcando un hito significativo como la primera de su tipo en los Estados Unidos.
Hasta este momento, los trabajadores de aplicaciones de delivery eran considerados contratistas independientes, lo que les dejaba fuera de las regulaciones laborales tradicionales y sin acceso a beneficios y protecciones laborales fundamentales. Sin embargo, la nueva ley cambiará radicalmente esta situación al establecer un salario mínimo de U$S 17,96 por hora para estos trabajadores, con un incremento programado que llevará el salario a U$S 20 por hora para el año 2025.
Esta decisión judicial refuerza la importancia de reconocer a los trabajadores de plataformas de entrega como empleados con derechos y protecciones laborales. Además, plantea preguntas significativas sobre el futuro de la economía de conciertos y cómo se adaptarán las empresas de tecnología a las crecientes regulaciones laborales que buscan asegurar un trato justo para quienes desempeñan un papel fundamental en la economía de entrega de alimentos y servicios en línea.
Comentarios