
La familia de Gustavo Martínez no está tranquila. Tras la muerte del personal trainer y tutor legal de Felipe y Martita Fort, sus allegados apuntaron contra el círculo íntimo de los jóvenes por no informar que tenía un presunto cuadro avanzado de depresión y Alzheimer. En ese marco, se reunirán con especialistas en leyes para determinar qué acciones tomar en pos de investigar su muerte.
Algunos días después del fallecimiento del ex novio de Ricardo Fort, sus sobrinos (Nicolás, Pablo y Ezequiel) reclamaron: “Me enteré de la muerte de mi tío por un mensaje de mi mamá. Mi tío era depresivo, todo lo que vos quieras. Si vos vivís con tus hijos y tus hijos no pueden manejar la situación… él no hablaba con mi familia sobre eso. ¡Esto es un abandono! Mi tío era el mejor personal trainer, que se cuidaba su cuerpo, qué pasaría en esa casa para pensar eso. ¡Habló con mi hermano a ver si le podía dar trabajo! Obvio por eso nosotros lo ayudábamos”.

Charly Ronco, prensa de la familia Martínez, destacó que sabían que su tío tenía Alzheimer y depresión, pero no estaban al tanto del estado “avanzado” de ambas condiciones. Según expresó: “No sabían que era tan grave, creíamos que estaba controlado. Los sobrinos siempre tuvieron claro que la familia de Gustavo era principalmente Martita y Felipe”.
Miguel Gonzáles Andía, doctor en ciencias Jurídicas, especialista en Derecho de Familia y decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de La Plata explicó al medio Teleshow que en el caso en el que el adulto a cargo de la tutela está enfermo, cualquiera del entorno puede recurrir al juez para revisar la situación y preservar así el derecho de los menores.

“Si el menor a cargo detectara alguna irregularidad podría haberlo denunciado por derecho propio o a través de la asesoría”, apuntó.
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