Mientras en Rosario se esperaba que caiga una gran cantidad de agua proveniente de las lluvias, la ciudad registró fuertes ráfagas de viento que afectaron a diferentes barrios. Producto de la velocidad del viento, cientos de árboles y cables terminaron en el piso, en muchos casos dificultando la circulación de tránsito.

De acuerdo a lo que informaron de manera oficial, la máxima intensidad del viento ocurrió cerca de las 16.30, cuando las ráfagas tuvieron una velocidad de 74 kilómetros por hora. Si bien se desconoce con precisión las consecuencias del mismo, entre la noche de viernes y la tarde del sábado se registraron más de 120 reclamos por caída de árboles.
Según informaron desde Defensa Civil del Municipio, personal trabaja desde temprano en toda la ciudad para solucionar los inconvenientes.

El protocolo que tiene la ciudad se activa con los primeros informes de clima adverso, sobre todo la posibilidad de tormentas. En esta etapa se intensifican las tareas preventivas en las zonas más vulnerables, y en los puntos identificados con problemas recurrentes, donde se trabaja conjuntamente con las Áreas de Servicios Urbanos, Higiene Urbana, Parques y Paseos, Defensa Civil y la Central de Operaciones de Emergencias, Hidráulica, para mitigar los posibles efectos adversos de la tormenta.
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