La suba de los combustibles llega al 7,5% en promedio a nivel nacional. Es consecuencia del incremento en los impuestos a los combustibles (que impacta en casi 4%), la devaluación contra el dólar (2% mensual) y el peso de los biocombustibles.
Así, la nafta súper, que estaba $744 el litro, ahora trepa a $ 800 en las estaciones de servicio de YPF de la Ciudad de Buenos Aires, el lugar más económico, con excepción de la Patagonia (donde no se paga el impuesto a los combustibles). La premium alcanza los $ 989 por litro.
En tanto, el diésel súper subió de $ 784 a $ 843 y en su versión premium pasó de costar $ 998 a $ 1.073, y superó la barrera de los mil pesos.
La actualización de los impuestos será mensual hasta junio, inclusive. El Gobierno busca recaudación tributaria por casi $ 4 billones solo por esta vía, un 0,5% del Producto Interno Bruto o casi el 10% del ajuste fiscal que quiere hacer Javier Milei.
Los ejecutivos petroleros consideran que la nafta súper debería rondar u$s 1,20 a u$s 1,23 por litro, para lo que todavía restan más aumentos.
Además de la nafta, marzo llega con subas en colectivos, empleadas domésticas, prepagas, tarifa de luz, colegios privados, alquileres, trenes y taxis.
Estos nuevos ajustes incidirán en la inflación que, aunque muestra signos de desaceleración, aún se muestra en los dos dígitos.
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