Las estafas telefónicas se acrecentaron a medida de que fueron avanzando las tecnologías, y los denominados “cuentos del tío” están a la orden del día. Esta situación fue la que le tocó atravesar a un rosarino que fue víctima de un hackeo en sus redes sociales, a través del cual los delincuentes intentaron robarle el dinero a sus contactos.
El modus operandi no suele variar demasiado. Los estafadores acceden de alguna manera a los perfiles, por lo general en Instagram, y le hablan a ciertos seguidores ofreciéndoles venderle dólares a un precio realmente bajo. Cuando encuentran a alguien interesado, les pasan los datos bancarios para hacer transferencia y luego prometen alcanzarle los billetes de la divisa norteamericana.
En este caso, los delincuentes ofrecieron vender 2000 dólares a 195 pesos argentinos cada uno, lo que haría una suma total de 390.000. Ante la confirmación por parte del supuesto comprador, los estafadores procedieron a pasar los datos bancarios a nombre de otra persona que no es quien dicen ser. Al ser consultados sobre eso, aseguran que es de alguien de confianza.
Si bien en esta ocasión la transferencia no llegó a realizarse, para cerrar el acto delictivo los ladrones pasan un “número de celular nuevo”, para evitar que las víctimas consulten por otra vía a quien en teoría les está ofreciendo el negocio. Además, aseguran que pasarán por el domicilio de los estafados horas más tarde a entregar los dólares, algo que nunca sucederá.
Según le confió la persona damnificada a RedBoing, el hecho sucedió en las primeras horas de este martes. “Quise entrar hoy temprano a Instagram y nunca pude porque me pedían una contraseña que no tenía. Al rato un amigo me manda diciéndome que me habían hackeado, y me manda todas las capturas”.
“Le mandaron el mismo mensaje a vario de los contactos haciéndose pasar por mi y ofreciéndole venderle dólares. También lo hicieron desde mi perfil de Facebook. Tengo un amigo que le siguió la corriente y estuvieron hablando un rato largo”, continuó explicando.
Por último, expresó: “Lo otro que hay que tener en cuenta es que son números de Buenos Aires los que te clonan. Es raro que alguien del interior tenga un número de allá a menos que te vayas a vivir, pero tus contactos cercanos se enteran de eso”.
Afortunadamente, en este caso la estafa no tuvo víctimas económicas ya que ninguna de las personas contactadas por los delincuentes cayó en la trampa. No obstante, es un llamado de atención para aquellos que reciban mensajes de esta índole.



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