Una vez más, miles de fieles se congregaron para recibir la bendición de Leda. La mujer, que asegura ser un puente con Dios, brindó abrazos sanadores a los creyentes en la parroquia de la Inmaculada Concepción, de Ricchieri al 200. Previamente había realizado sus encuentros en la capilla Sagrado Corazón.
En la tarde de este martes, el móvil de Radio Boing conversó con varios fieles quienes contaron que se encontraban en inmediaciones a la parroquia desde la tarde del lunes. Sus historias se repetían: problemas de salud y una fe inmensa en las capacidades de Leda de sanar.
Cálculos extraoficiales indicaron que más de cinco mil personas se hicieron presentes en la nave de la parroquia, un gimnasio lindero y las calles de Pichincha. Leda llevó a cabo una oración cantada frente al silencio de los asistentes, que llegaron a formar filas de hasta 10 cuadras.
El fenómeno de Leda se incrementa semana a semana, con miles de personas que se acercan a sus celebraciones a observar y sentir en primera persona sus capacidades curativas.
Leda es rosarina, tiene 44 años y es llamada sacerdotisa. Tiene una vida común, un trabajo, está casada, tiene cinco hijos y una nieta. “Dios sana. Yo simplemente soy igual que todos ustedes. Dios primero me rescató a mí y hoy yo salgo a donarme por él, pero creo que puede pasarle a cualquiera”, supo decir en una entrevista al medio Eltrece.
Y añadió: “Me parece que lo más importante es poder comunicarle a la gente que Dios está en medio nuestro”.
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