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Todo Show

Llegan “Elementos”, “The Flash”, más una argentina y una italiana antes del finde largo

Este jueves llegan dos tanques, los dos súper promocionados y se suman a la cartelera dirigida a niños y adolescentes semanas antes de las vacaciones de invierno. Aquí una selección de reseñas con ATENCIÓN: SPOILERS, para elegir que ir a ver al cine, porque el cine se ve en el cine. No digan que no les avisamos.

 

“The Flash”

Cuando una primera versión de Flash se exhibió a fines de abril último en CinemaCon (el encuentro más importante que reúne a los dueños de salas) surgió a modo de consenso que se trataba de una película poco menos que revolucionaria, destinada a cambiar para siempre el curso del universo extendido de DC en particular y el cine de superhéroes en general. Bueno, no. Fue simplemente el ejemplo perfecto de una maquinaria promocional muy bien montada para generar expectativa (buzz, hype y todos esos términos tan propios del marketing). La verdad es que es un film más, del montón, profesional en el mejor y el peor sentido del término, que tiene algunas buenas secuencias, un montón de lugares comunes de estos tiempos de multiverso, jueguitos para la alteración de los tiempos (efecto mariposa), mucho chiste subrayado para la celebración adolescente y unos cuantos cameos de actores famosos en personajes ídem que funcionan más a nivel nostálgico que cinematográfico.

Barry Allen (Ezra Miller) llega tarde (como casi siempre) a su trabajo como criminalista forense en Central City y a los pocos minutos recibe una llamada de urgencia de Alfred (sí, el mayordomo de Bruce Wayne interpretado por Jeremy Irons) para que ayude a Batman (Ben Affleck) porque alguien ha robado un peligroso virus del hospital de Ciudad Gótica, cuyo edificio además se está derrumbando con decenas de bebés cayendo al vacío desde la maternidad del lugar. Es un arranque a puro vértigo e intensidad, con Flash evitando un colapso y con la presencia desde el inicio de un personaje clave de DC como Batman.

Pero el guion de Christina Hodson (Bumblebee, Aves de presa y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn) pronto incursionará en los mismos recursos de siempre del subgénero viajes en (y modificaciones de) el tiempo. Barry sigue sufriendo el trauma por el asesinato de su adorada madre Nora (la española Maribel Verdú). Su padre Henry (Ron Livingston) ha salido a comprar una lata de tomates a un supermercado y cuando regresa su esposa yace muerta. La policía lo acusa del crimen y es enviado a prisión. Barry no puede soportar el dolor y la injusticia y viaja al pasado para cambiar el curso de los hechos generando, claro, un caos inmanejable. Como, por ejemplo, que Eric Stoltz es el protagonista de Volver al futuro; Michael J. Fox, el de Footloose; y Kevin Bacon, el de Top Gun. Sí, todo muy sutil…

Barry comenzará a interactuar en dupla con su yo de 18 años, sorprenderá la vuelta de un veterano Bruce Wayne a cargo del gran Michael Keaton, reaparecerá un villano de fuste (el General Zod, némesis de Superman, a cargo de Michael Shannon) y surgirá una heroína como Kara Zor-El, a.k.a. Supergirl (convincente debut en pantalla grande de Sasha Calle), pero más allá de la adrenalina y los múltiples guiños para los fans (hay otros regresos famosos que no adelantaremos), Flash deja una sensación de permanente acumulación, dispersión y deriva, como si en sus casi dos horas y media convivieran no siempre con armonía tensiones entre distintas sub-películas. No siempre se pueden llenar todos los casilleros.

En medio de esas fuertes contradicciones internas, el argentino Muschietti demuestra que al menos puede dirigir con coherencia distintas set-pieces y conseguir que el humor físico de Ezra Miller funcione con bastante eficacia. No, no ha hecho una película parteaguas, pero luego de Mamá y la saga de It (Eso) se consolida como un realizador que puede salir airoso de los desafíos que imponen las grandes ligas de Hollywood. En todas las cadenas.

 

 

“Elementos”

Desde hace tiempo que Pixar no es lo que era. Sus películas siguen siendo prodigios visuales, obras maestras en términos de plantearse y superar desafíos en el campo de la animación, pero parecen haber perdido buena parte de la empatía, la eficacia, la sensibilidad para conectar con el público desde un lugar más puro y genuino.

Elementos sigue la línea de historias más abstractas de Pixar (Intensa Mente, Soul), pero el guion, que combina alegorías sobre los inmigrantes con una historia de amor, nunca termina de funcionar del todo.

La creación del universo de Element City / Ciudad Elementos es realmente impactante. Una ciudad futurista y ficticia (aunque también con algo de Nueva York) en la que conviven los habitantes del fuego, el agua, la tierra y el aire. Los tres últimos grupos se han integrado, pero el del fuego, con sus llamas por momentos inmanejables que las convierten en seres riesgosos, permanecen aislados.

La heroína de Elementos es Ember, una joven inteligente a la que le cuesta manejar las emociones. Su padre Bernie está a punto de jubilarse y quiere que ella se haga cargo del negocio y, si bien Ember trata de ayudar (con resultados muchas veces catastróficos), en verdad la protagonista quiere ser independiente, dedicarse al arte y armar su mundo por fuera de los mandatos paternos. Y la mencionada historia de amor es con Wade: cómo podrá una relación entre una muchacha de fuego y un chico de agua es parte del asunto que abordará el film de Peter Sohn (Un gran dinosaurio).

El concepto original es ingenioso, la narración tiene vértigo y espectacularidad, el romance y la relación padre-hija tienen sus momentos sensibles, pero Elementos nunca llega a fascinar, seducir, enganchar a un público que, más allá de deleitarse con la calidad de la animación, quiere divertirse y emocionarse con este tipo de historias. Pixar ya lo logró muchas veces. Ojalá lo vuelva a conseguir. En todos los complejos.

 

 

Aspromonte (Aspromonte – La terra degli ultimi)

 

A finales de los años 50 en Áfrico, un pequeño pueblo del valle Aspromonte, en la región italiana de Calabria, una mujer muere en el parto porque el médico no llega a tiempo. Como resultado de esta tragedia, todos los habitantes de Áfrico, incluyendo los niños, abandonan sus ocupaciones habituales y juntos se lanzarán a construir ellos mismos una carretera. Pero deberán luchar con un mafioso local está decidido a mantener al pueblo aislado. En los Cines del Centro.

 

 

“El lado salvaje”

¿Qué tan oscuro puede ser el rencor que se lleva dentro? ¿Cuánta fuerza expulsa una líder para proteger su manada?, la naturaleza lo desnuda todo. En una genial premisa, se vuelca un fantástico thriller dirigido por Juan Dickinson. Una historia que mezcla distancias familiares, bosques silenciosos y una bestia suelta que mantiene en vilo al espectador en todo momento. Se estrenará este 1 de diciembre en todo el país.

Clara (Vanesa Gonzalez) decide regresar desde Buenos Aires hacia Tierra del Fuego, junto a su esposo Enrique (Pablo Seijo) y su hija Martina (Sol García), allí se encuentra después de mucho tiempo con su padre Daniel (Osmar Núñez) quien no tienen la confianza en su relación, pero también se encuentran con un antiguo amigo que despertara emociones de cuando era joven y vivía cercana al bosque. Por otro lado, existe un problema grande en los campos aledaños, ya que múltiple ganado es atacado por una jauría de perros, pero todo toma dimensión cuando una líder ataca a Aldo (Jorge Sessan) quien es un trabajador leal de Daniel.

La trama se torna oscura cuando se percatan que existe una criatura que los acecha constantemente, a su vez, la inesperada transformación de alguien cercano mantiene latente el nerviosismo de los protagonistas. Todo toma un giro cuando cada uno cae las trampas de un bosque laberintoso y para salir de un situacion desesperante, cada uno tiene sacar su lado salvaje para rescatar a Daniel de una bestia impensada.

El filme tiene variados puntos a destacar, primeramente, las locaciones de las arboladas, bosques y la colocación en ambiente con el espacio se torna muy palpable para el espectador. Ademas, la banda sonora aporta tension en cada secuencia que acompaña a los protagonistas.

Por otro lado, las actuaciones transmiten múltiples emociones para este estilo de thrillers, sobre todo Vanesa Gonzalez y Osmar Núñez metiendo en situación, a través de miradas que transmiten distancias, rencores guardados y sobre todo el recurso de audios directos que transportan las incomodidades de los personajes en todo momento. Por otro lado, resaltar el trabajo del director Juan Dickinson con los animales, la naturaleza y el clima, jugando con estos elementos haciendo a mena la experiencia de la cinta.

“El Lado Salvaje” es un drama que el cinéfilo busca de una filmografía argentina, locaciones fantásticas, llena de misterios, giros cambiantes y actuaciones que dejen una vara altísima. Un mensaje claro, no importa el riesgo cuando corre peligro la familia. Una cinta dominguera, que mantiene la atención, llevadera, fresca y con el sello característico de Dickinson. En el Arteón.

 

 

Fuente: Otros Cines, Diego Batlle, Pablo Nicolás Díaz, Cine Argentino Hoy.

 

 

 

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