Suena difícil de entender, pero es un hecho. Una empresa de las Islas Canarias deberá pagar una indemnización de €10.000 a un exempleado que había sido despedido tras ser encontrado manteniendo relaciones sexuales dentro de la oficina.
El caso, dado a conocer por el Diario Constitucional, se remonta a 2023, cuando el trabajador decidió acudir a la Justicia después de haber sido expulsado de la compañía. Según quedó registrado, un compañero lo descubrió teniendo sexo con una mujer en una habitación que se usaba habitualmente como espacio de descanso entre turnos, y el episodio ocurrió fuera de su horario laboral.
Para la empresa, el hecho constituyó una falta grave y, dos meses después del incidente, envió el telegrama de despido. Un tribunal de primera instancia avaló la decisión, pero el hombre —que llevaba cinco años trabajando allí— apeló el fallo.
En la instancia superior, su defensa sostuvo que utilizar una sala en un momento libre no representaba deslealtad ni un abuso de confianza, aun cuando hubiese vulnerado normas internas de la compañía.
El Tribunal Superior de Justicia de Canarias le dio la razón. Consideró que, si bien hubo un incumplimiento reglamentario, este no ocasionó un perjuicio concreto a la empresa, por lo que el despido resultaba desproporcionado. Por ese motivo, la compañía deberá indemnizar al exempleado con €10.000 o bien reintegrarlo a su puesto de trabajo.
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