Mientras las negociaciones entre la Municipalidad de Rosario y la empresa mendocina de colectivos El Cacique continúan, en la ciudad ya se empieza a pensar en el día después. Algunas de las dudas que sobrevuelan el ambiente son los puestos de trabajo de los colectiveros y la capacidad de las compañías que absorberán las líneas para llevarlas adelante.
Sergio Copello, titular de la UTA Rosario, destacó en diálogo con Gabriel Pennise que los choferes “son la cara visible de la empresa y el sistema, y son también quienes reciben los insultos y las quejas”.
“El Cacique llegó a Rosario por una licitación. Creíamos que le iba a llevar un periodo de adaptación, porque las circunstancias de trabajo en Mendoza son distintas a las de Rosario, pero después vino el problema económico a nivel nacional y la pandemia”, graficó el gremialista. Según precisaron fuentes cercanas al Intendente, la compañía de capitales mendocinos tiene los días contados. Por estas horas, desde el ejecutivo local intentan, a través de su secretaria de Legal y Técnica Juliana Conti, reunir las pruebas para que se pueda llegar a finalizar el contrato que inició el 2 de enero de 2019 de común acuerdo sin la necesidad de llegar a un litigio.
Las líneas que hoy presentan la mayor cantidad de tiempo de espera son las de la firma El Cacique. En ese sentido, Copello remarcó que “es difícil trabajar donde se deben tener 7 coches y se tienen 2” para cumplir con los esquemas de operatividad.
En la actualidad, la empresa mendocina tiene a su cargo diez recorridos de la ciudad que dejaría de operar en los próximos días en las líneas: 112 Negra, 138, 139,122 Verde, 122/127 Roja, 127, 126 Negra,126 Roja,131, 132 y 140. Sin embargo, los choferes no pueden dar fe de que Rosario Bus y El Cacique puedan hacer frente a la incorporación de los trayectos.
“Es difícil para mí asegurar que estén en condiciones o no. Hay que ver cuáles son las opciones para que presten los servicios en lugar de El Cacique. Con esta adecuación económica, ante la realidad del país y en particular en lo que tiene que ver con el transporte no hay tampoco interesados en llegar a la ciudad. Para mejorar el sistema hay que invertir, que se puede dar desde una empresa privada o desde el Estado”, expresó.
En ese sentido, el sindicalista apuntó: “Por los números que dicen los empresarios no es un buen negocio tener una empresa de colectivos. Hoy dependen de los subsidios y del fondo compensador. No solo de los pasajeros”.
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