
La investigación por el robo de combustible sumó un nuevo capítulo este jueves, con once allanamientos y más de una decena de detenciones, entre ellas la del ex jefe de la Unidad Regional II, Daniel Acosta, quien había sido desplazado de su cargo tras el estallido del caso.
Las investigaciones fueron dispuestas por el Gobierno de la provincia de Santa Fe en el marco de la segunda etapa de la causa de los combustibles, que indaga una presunta maniobra de defraudación millonaria mediante el robo y desvío de gasoil destinado a móviles policiales. Según las estimaciones judiciales, el perjuicio al Estado provincial podría alcanzar los 70 millones de pesos mensuales.
El gobernador Maximiliano Pullaro se refirió al avance de la causa y remarcó la decisión del Ejecutivo de actuar sin condicionamientos: “Nosotros a los jefes los medimos por la operatividad que tienen, por la forma de actuar y de trabajar que llevan adelante, pero el gobierno no se casa con ninguno. Aquí entró una denuncia y esa denuncia se investigó, y destapó una caja de Pandora dentro de la Policía de la Unidad Regional. Lo hicimos con personas que planificaban al lado nuestro, que habían tenido resultados muy importantes, porque eran los responsables de que haya bajado el delito en Rosario. Sin embargo, cuando decimos ‘el que las hace, las paga’, es así: este gobierno no se casa con nadie. Fuimos a fondo y llegamos hasta las últimas consecuencias, y eso lo vamos a hacer con cualquier jefe que cruce la línea.”
Pullaro valoró además el trabajo del Ministerio de Seguridad y del equipo de auditoría que, tras la intervención en la URII, permitió detectar un ahorro mensual superior a los 25 millones de pesos en combustible, lo que confirma la magnitud del desvío previo.
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