
Durante una emotiva entrevista en el programa Todo Pasa Turno Tarde de Radio Boing, un paciente trasplantado compartió su historia de lucha, resiliencia y amor fraternal tras recibir un riñón de uno de sus hermanos. Su relato no solo conmovió a la audiencia, sino que también dejó un poderoso mensaje sobre la importancia de hablar de la donación de órganos, especialmente en vida.
“El valor de donar un órgano en vida es incalculable. Si esta charla sirve para que alguien que está en duda se anime a someterse a un estudio o a ayudar a un familiar, bienvenido sea”, expresó Andrés Abiad. Contó que cuando fue diagnosticado con una una neuropatía por IgA, habló abiertamente con sus seres queridos y rápidamente sus tres hermanos se ofrecieron como donantes. Finalmente, fue Luciano quien presentó la mejor compatibilidad genética y pudo concretar el acto que le salvó la vida.
Lejos de tomárselo con liviandad, el protagonista decidió enfrentar la enfermedad con compromiso total. “No me moví un milímetro de los cuidados que me indicaron, no solo por mí, sino para honrar el riñón de mi hermano”, dijo. Cambió radicalmente su alimentación, se volvió vegano, dejó de consumir alcohol y evitó cualquier tipo de comida industrializada. Esa disciplina le permitió dilatar el trasplante durante un año y medio y preparar el escenario con más claridad.
Hace apenas dos meses, comenzó diálisis, un proceso que describió con crudeza: “Es sentarte en un sillón cuatro horas, tres veces por semana. Te filtran toda la sangre. Yo te mandaba mensajes al programa desde la diálisis”.
Finalmente, el trasplante se realizó el sábado pasado. “Estoy aislado, no puedo recibir visitas ni tener contacto con nadie porque estoy con una fuerte inmunosupresión para evitar el rechazo del órgano. Me quedaré así, solo, hasta que mi cuerpo empiece a aceptar el riñón y pueda hacer una vida normal”.
En un momento de la entrevista, reveló un dato inesperado que los médicos le compartieron al inicio del proceso: “No sabés la cantidad de gente que tiene un solo riñón y no lo sabe”. Por eso, insistió en la importancia de informarse, realizar estudios y sobre todo, hablar del tema sin tabúes.
Su historia es testimonio vivo del poder de la empatía, el compromiso y el vínculo inquebrantable entre hermanos. Una historia que invita a reflexionar, pero también a actuar.
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