Ya pasaron más de diez años desde que Micaela Vázquez se separó de Fernando Gago, con quien mantuvo una relación por cuatro años. Siempre se supo que la ruptura había ocurrido en medio de un escándalo, pero ahora la actriz reveló detalles que eran desconocidos hasta el momento.
La actriz por entonces tenía 22 años y llegó a convivir con el exfutbolista en España: él era jugador del Real Madrid. Sin embargo, la relación terminó abruptamente y la actriz volvió a la Argentina. A los seis meses de la separación, el deportista se casó con la ex tenista Gisela Dulko.
Actualmente, Micaela Vázquez además es parte del staff de ‘Antes que nadie’, el ciclo de LuzuTV que también conducen Diego Leuco, Cande Molfese y Martín Dardik.
Fue allí que la actriz se abrió mientras en el programa hablaban sobre el “stalkeo tóxico”. En una de las charlas distendidas que caracterizan al programa, donde cada uno cuenta experiencias personales, la actriz comenzó a recordar esos momentos.
En primer lugar, la actriz reconoció que en aquel momento adivinó la contraseña del mail del deportista y comenzó a revisarle su correo personal.
“Saqué la contraseña en un solo intentó –admitió–. Y entraba seguidito”.
“Igual yo me separé porque… esto es terrible”, aclaró. Y continuó: “La arquitecta que estaba haciendo nuestra casa, la casa que nos estábamos construyendo en Madrid después de cuatro años de novios, me reenvió un mail que le había mandado él a Gisela Dulko, su exmujer, diciéndole ‘mirá cómo está quedando nuestro nidito de amor’”.
“O sea, ¿sobre tu casa él le mandó eso a Gisela?”, preguntó sorprendido Leuco. “Ni te explico, después, ver las notas de ellos dos diciendo ‘en casa con los perros y mi marido’. Era mi marido, mis perros y mi casa, la concha de la lora”, lanzó Micaela.
“Cuando Fer se fue a los Juegos Olímpicos, que ella (por Dulko) estaba jugando, ya volvió raro de ahí. Y viste esto de la percepción… yo dije ‘éste está en otra’, en una relación paralela estaba, literal. Y pasaron varios meses hasta que nos separamos”, relató la ex rebelde way.
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