Según anticipó la agencia Noticias Argentinas, el entendimiento con la UE, que lleva más de dos décadas de negociaciones, enfrenta resistencias clave dentro del continente europeo. Italia y Francia se mantienen reticentes a firmar el acuerdo, pese a los anuncios previos del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, lo que podría postergar su concreción hasta 2026.
Desde la Casa Rosada reconocieron las dificultades para avanzar con el tratado y manifestaron un moderado pesimismo sobre su desenlace. “No soy optimista. No porque no estemos a favor, obvio que queremos poder comerciar libremente, pero encontramos resistencia en Francia e Italia”, señaló una fuente con acceso al despacho presidencial.
Pese a este escenario, Milei llegará a la cumbre con un discurso enfocado en la apertura comercial del bloque. El jefe de Estado insistirá en la necesidad de flexibilizar las normas del Mercosur y eliminar regulaciones que, según su visión, limitan los acuerdos con otros países. “La idea es que vuelva a plantear las bondades del libre comercio y la necesidad de que los países integrantes puedan abrirse comercialmente”, confiaron desde Balcarce 50.
A pesar de las profundas diferencias ideológicas con el presidente de Brasil, Milei viajará el viernes y regresará al país una vez finalizado el evento. En paralelo, el Gobierno argentino apuesta a consolidar una alianza informal de gobiernos de derecha en la región.
En ese marco, tras haber recibido al recientemente electo presidente de Chile, José Antonio Kast, la administración libertaria se ilusiona con articular un espacio político que incluya a Chile, Bolivia, Paraguay y Perú, en sintonía con los lineamientos del republicano Donald Trump en Estados Unidos.
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