
En un gesto poco habitual dentro de la fuerte confrontación política argentina, el presidente Javier Milei se refirió públicamente a la salud de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien permanece internada en el Sanatorio Otamendi tras ser intervenida de urgencia por un cuadro de apendicitis.
Consultado por la situación médica de la exmandataria, Milei adoptó un tono conciliador y remarcó la importancia de la empatía frente a circunstancias personales delicadas. “Como ser humano, nosotros respetamos el derecho a la vida y la propiedad. Puedo tener la peor y más aberrante opinión política, pero no me meto en lo humano. Que tenga una pronta recuperación”, expresó.
Las declaraciones generaron repercusión inmediata en el arco político y mediático, no solo por el contenido del mensaje sino también por el contexto de alta polarización que atraviesa el país. El pronunciamiento fue interpretado como una señal de distensión en el plano personal, aun cuando se mantienen profundas diferencias políticas entre ambos dirigentes.
Comentarios