El analista político Facundo Nejamkis, director de Opina Argentina, dialogó en Río Extra Primera Mañana por Río 96.9, donde ofreció un análisis sobre el escenario político argentino tras las elecciones y los recientes cambios en el gabinete del presidente Javier Milei.
Nejamkis señaló que el Gobierno “sintió la elección del 26 como un respaldo” tanto hacia afuera, en su vínculo con la sociedad, como hacia adentro, al confirmar la estrategia liderada por Karina Milei. En ese sentido, consideró que el recambio de ministros no implica un giro político: “El gabinete se renueva, pero confirma el peso de la hermana del presidente en las definiciones internas. El gobierno no va a perder su esencia violeta ni su nitidez política”.
El analista descartó la posibilidad de una coalición amplia con otros sectores: “El liderazgo de Milei no admite socios con voz y voto. Puede negociar cuando lo necesite, sobre todo en el Congreso, pero sin compartir el poder”. También vinculó esta dinámica con el fallido encuentro con Mauricio Macri y con las incorporaciones recientes, como la de Diego Santilli al Ministerio del Interior.
Consultado sobre la relación con Estados Unidos, Nejamkis remarcó la importancia del respaldo financiero de Washington antes de los comicios. “El apoyo del Tesoro norteamericano fue clave para garantizar estabilidad antes de las elecciones. Sin eso, Milei habría enfrentado una turbulencia difícil para el paladar argentino”, explicó. Sin embargo, advirtió que tanto Donald Trump como Milei comparten una visión estratégica basada en la confrontación y la polarización, por lo que “los cambios coyunturales en la política estadounidense no modificarán sustancialmente su vínculo”.
En cuanto al futuro del peronismo, Nejamkis sostuvo que el movimiento atraviesa un dilema: “Debe decidir si se radicaliza para representar a los trabajadores y los más humildes, o si busca moderarse para seducir al electorado de centro”. Según su visión, el rumbo del peronismo dependerá de cómo le vaya al gobierno libertario: “Si a Milei no le va bien, el peronismo volverá rápido, con poca autocrítica. Si le va bien, el tiempo fuera del poder lo obligará a una renovación más profunda”.
Nejamkis concluyó que el peronismo “no es el partido del establishment, sino el que representa a los trabajadores”, y que su futuro dependerá de su capacidad de reconectar con ese sector social.
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