El presidente Javier Milei retoma su agenda oficial este martes con una reunión de Gabinete marcada por la bienvenida a los dos nuevos ministros y la urgencia de reordenar la estrategia legislativa y financiera. Los principales focos son el debate por el Presupuesto y el paquete de reformas de 2026. La estrategia oficial busca mostrar continuidad política en áreas clave, mientras se enfrenta al mayor revés económico poselectoral: el freno al blindaje financiero prometido por el sector privado de Estados Unidos.
Milei recibirá en la Casa Rosada a Alejandra Monteoliva (nueva Ministra de Seguridad) y al Teniente General Carlos Presti (nuevo Ministro de Defensa), quienes reemplazan a Patricia Bullrich y Luis Petri, respectivamente.
La salida de Bullrich y Petri se formaliza bajo una lógica de promoción política: ambos asumirán en el Congreso el 10 de diciembre con el objetivo central de consolidar la primera minoría y negociar la aprobación del Presupuesto 2026 y el paquete de reformas en sesiones extraordinarias.
Monteoliva, la sucesora de Bullrich, es percibida por el oficialismo como la garantía de la “Doctrina Bullrich” en la lucha contra el narcoterrorismo. La designación de Presti (el primer militar de más alto rango a cargo de Defensa desde la vuelta de la democracia) sella un gesto ideológico fuerte, buscando desdemonizar a las Fuerzas Armadas
El reordenamiento político contrasta con las tensiones que persisten en el frente financiero. La suerte del plan económico sigue ligada a la confianza de Estados Unidos.
El gran problema al cierre de la semana fue la suspensión del crédito de rescate de US$ 20.000 millones de los bancos internacionales (JP Morgan, Citi, BofA), negociado con el aval de Scott Bessent. The Wall Street Journal reveló que el bloque de bancos solo estaría dispuesto a otorgar un préstamo de US$ 4.000 o 5.000 millones, apenas suficiente para cubrir el vencimiento de deuda de enero. Esto reavivó la incertidumbre en los mercados y volvió a elevar el Riesgo País.
Pese a este revés, cerca de Milei buscan dar una señal de fortaleza, asegurando que el respaldo de Washington para afrontar compromisos con el FMI está garantizado. La estrategia final del Presidente incluiría un viaje a Estados Unidos en diciembre para el sorteo del Mundial de Fútbol 2026, con la esperanza de conseguir una foto con Donald Trump que calme la turbulencia financiera.

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